Amables lectores: Aunque nuestro sistema político es imperfecto, existen múltiples ejemplos para ratificar que Colombia no es otra Venezuela y que por eso debemos proteger y valorar el funcionamiento de los controles al ejecutivo para demostrar que no todo se puede llevar a cabo.
Explica con diáfana claridad, el columnista José Manuel Acevedo que en Colombia existen muros de contención que frenan las tentaciones totalitarias que puedan surgir dentro de una democracia. Para el periodista la independencia del poder judicial es una de las grandes herramientas que evitarán esos deseos del ejecutivo de hacer todo lo que éste quiera. Cita nuestro columnista varios ejemplos que confirman esta independencia y es así como en Bogotá y en el Valle del Cauca, varios jueces se han declarado incompetentes para tramitar las solicitudes de libertad con plena autonomía su papel dentro del aparato estatal. La decisión del poder judicial obligó al ejecutivo a realizar un análisis consciente de la solicitud.
Igual ha sucedido con la procuraduría que habló con independencia sobre este mismo tema por actos realizados finalizando el año. También el señor fiscal, Francisco Barbosa, se opuso a la iniciativa del ejecutivo sobre los deseos del presidente de suspender las órdenes de captura que pesan sobre peligrosos miembros del “clan del golfo”.
Adicionalmente en el congreso vemos ejemplos importantes para tener en cuenta, sobre la oposición a estos desmedidos deseos del ejecutivo. El presidente del legislativo Roy Barreras expresó su preocupación por esta petición. Sobre otros temas como la reforma política las listas cerradas o abiertas, han confrontado los argumentos del gobierno, sin acudir a la fórmula utilizada, en forma tradicional, del pupitrazo y discutiendo con argumentos para definir, cuál es el mejor camino en este tema.
La realidad económica del país y esas voces opositoras han logrado que algunos ilusos del gobierno dejen de engañarse a ellos mismos, coloquen sus pies en tierra y ya no nieguen la posibilidad de futuros contratos de exploración de hidrocarburos y que se olviden de sus planes de hacer un tren irrealizable entre Buenaventura y Barranquilla, con el dinero de los fondos privados, de pensiones y se analicen con detenimiento y sin improvisaciones los postulados de la reforma laboral de salud.
El tema de pensión o sea el asegurar el ingreso necesario para cubrir necesidades básicas durante la vejez, cuando ha disminuido la generación de ingresos, es una preocupación de la reforma laboral que compartimos todos. La carencia de independencia futura o la dependencia total de otros, produce pánico en todos nosotros.
La respuesta lógica y que a todos se nos puede ocurrir sería una pensión universal ciudadana pero la gran pregunta sería ¿cómo financiarla?
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