Gran preocupación existe en la ciudadanía por la ola de inseguridad que está afectando la ciudad.
Son muchos casos que están saliendo a la luz pública de atracos que se están llevando a cabo en restaurantes, en la calle, en negocios, en donde motorizados llegan a un sitio y armas en mano, proceden a hurtar los enseres, sean joyas, celulares, anillos, relojes, dinero, en fin lo que tengan y se marchan raudamente.
Existe un clamor popular que circula por las redes sociales, pidiendo mayor atención y seguridad en las calles de la ciudad que garanticen la tranquilidad pues, ya ni en un restaurante se encuentran tranquilos, por las vivencias que están sucediendo.
La semana anterior varios restaurantes fueron atracados mediante esta modalidad despojando a los clientes de sus pertenencias, en barrios de mucho movimiento, como El Rosal, Caobos, Riviera.
Esa modalidad parece copiada de la hermana República de Venezuela, en donde se ha vuelto el diario acontecer los atracos empleando motos que permiten la fuga y evadir el radio de acción de los cuerpos de vigilancia.
Eso genera temor, se pierde la confianza en los órganos de vigilancia y afecta enormemente los negocios, bien sean de comidas u otra naturaleza.
En la Opinión se ha enfatizado en los innumerables casos que se han presentado en Prados del Este y esta modalidad se está extendiendo a otros sitios de la ciudad.
Es muy bueno ver los diferentes operativos que se están haciendo en especial con los motorizados, por ser este el mecanismo que se está utilizando con mayor frecuencia, pues dan seguridad a los ciudadanos, pese a que, lamentablemente se afectan a personas honorables que tienen estos vehículos como su medio de transporte.
Ciertamente la frontera conlleva problemas, hay personas favorecidas, otras afectadas, pero, la situación de crisis que golpea la ciudad, genera mayor delincuencia como una cosa lógica.
Andar caminando y hablar simultáneamente por celular es dar papaya como se dice en los medios populares, lo que obliga a las personas a adoptar mecanismos de protección que les impidan ser víctimas de los denominados cacos.
Toca adoptar medidas de precaución, como no portar todas las tarjetas, andar con poco efectivo, no contestar celulares en la calle, en fin, utilizar los diferentes mecanismos para evitar ser víctimas de los ladrones, hecho que ocasiona múltiples problemas si les quitan los documentos de identificación, esperando que la vigilancia policial, no sea solo de uniformados, sino también civil, para poder garantizar paz y tranquilidad a los ciudadanos de bien, así como se adopten las respectivas medidas para asegurar a quienes sean capturados como resultado de los operativos que se adelantan con este fin.