Amables Lectores: Estamos en el concurso “Adivine con empeño Cucuteño” y esta es la última pregunta:¿Para usted qué significa la palabra priorizar?
Hacer lo que nos provoque sin importar las protestas de la mayoría.
Nombrar una comisión para aplazar el asunto y no hacer nada.
Hablar y hablar hasta que el auditorio se agote
Todas las anteriores
No se extrañe señor concursante, la respuesta correcta es la “d” y así nos evitamos dificultades.
Este programa fantasioso solo está en mi mente pero refleja nuestro comportamiento. Dos amas de casa se encuentran en la Quinta Avenida de Cúcuta y una le manifiesta a la otra tener una gran preocupación. Su amiga le pregunta si es por el aumento del IVA que gravará la canasta familiar y en consecuencia el presupuesto alcanzará para menos compras.
Pero vaya sorpresa, al recibir como respuesta que su angustia es “El no saber qué sabor de gelatina comprar para sus hijos”. Esa es una muestra de nuestra profunda priorización.
Año 1977, soy gobernador del departamento, me reúno con un grupo de notables de un municipio y les pido que prioricen una obra sentida para ayudarles en la financiación de la misma. En 10 días nos reunimos nuevamente y ante mi pregunta si ya se había seleccionado esa necesidad, su vocero me manifestó que la obra escogida por unanimidad era “colocarle grama al campo de futbol”. Ante esta respuesta, como gobernador conjugué el verbo priorizar y se aportó la tubería para el acueducto del municipio, que se instaló posteriormente. Hoy, en el campo de futbol pastorean vacas que no saben de ese deporte pero les fascinan las leguminosas que allí crecen.
Corría el año 1948, presidente Ospina Pérez, dos comisiones llegan a Palacio en busca de entrevistarse con el presidente. A las 9 a.m. llega la del departamento de Antioquia y a las 11 a.m. la de Norte de Santander. La secretaria le comenta al presidente si desea que le pase a los antioqueños a su presencia pero sorprendentemente el jefe de Estado hace seguir primero a los nortesantandereanos. Ante la incredulidad de su auxiliar le comenta: “Esta representación solo me pedirá que les cambie al gobernador – No existía en esa época elección popular- y los despacho en 10 minutos, ellos no saben priorizar”, en cambio los antioqueños pedirán mínimo dos carreteras y dinero para el hospital. Necesito más de dos horas con ellos y la asesoría del ministro de Hacienda. No nos remontemos más a la historia sobre el no saber priorizar. Hoy la malla vial de la ciudad está totalmente deteriorada y es prioritario un programa intenso de repavimentación pero seguimos sufriendo la falta de priorización y pensamos antes de repa
rar vías en una ciclovía con inversión de miles de millones para los pocos ciclistas de la ciudad y como complemento se invertirán dineros en “puntos turísticos” como el monumento a Cristo Rey, sin garantizar lo prioritario de estos lugares: “Seguridad”. ¿Será que al tapar huecos no se colocan placas indicativas del autor de esta importante labor?”. El 24 de noviembre viene a la ciudad el presidente Duque y se realizará en Cúcuta un capítulo de su programa “Construyendo país”. Confío que no se convierta en una visita más y que algunos personajes en su afán de protagonismo se olviden de conjugar el verbo priorizar y no se expongan necesidades sentidas como la represa del Cínera, el altísimo volumen de migrantes venezolanos, el desempleo e informalidad en el departamento, los cultivos ilícitos en el Catatumbo que están desplazando al café, al cacao y solo generan violencia y muerte. Hacer énfasis en la falta de comunicación con los centros de consumo que impiden el desarrollo de Cúcuta como Zona especial.
Confío que después de esta visita y cuando este artículo se publique se halla obtenido para la ciudad y el departamento apoyos para nuestro desarrollo, de parte del gobierno central porque: “Aprendimos a priorizar”