De conformidad con la Ley 488 de 1998 el impuesto lo pagan los propietarios de vehículos automotores particulares en el departamento donde se encuentra matriculado el vehículo de acuerdo al valor comercial del mismo, de conformidad con una resolución que dicta anualmente el Ministerio de Transporte con unas tasas que oscilan del 1.5% al 3.5% del valor determinado en la susodicha resolución.
Este impuesto originariamente fue del orden nacional y se conocía como impuesto de rodamiento, más sin embargo de conformidad con la Ley 14 de 1983, 223 de 1995 y 488 de 1998 este gravamen fue cedido a los entes territoriales. La distribución del recaudo, la ley determinó que el 80% le corresponde al departamento donde se encuentre matriculado el vehículo y el restante 20% para el municipio donde ruede, teniendo en cuenta la dirección informada por el contribuyente en su respectiva declaración anual.
En el municipio de Cúcuta, según datos oficiales, en su ejecución activa se recaudó en los últimos cuatro años un promedio de $233 millones. Cabe resaltar que en el presente año en tan solo dos meses el departamento Norte de Santander giró por este concepto la suma de $642 millones representando el 84% del monto presupuestado que se tasó en la suma de $770’523.000.oo faltando datos del resto de departamentos.
Se prevé, sin haberse hecho alguna gestión por parte del municipio, salvo las de Hacienda Departamental, que se van a superar ampliamente las proyecciones presupuestales por este rubro.
A ojo de buen cubero, complementado por especialistas en la materia porque no existen estudios ni estadísticas al respecto, en la ciudad de Cúcuta ruedan aproximadamente 40.000 vehículos particulares de placa colombiana que aplicándole la tasa respectiva nos correspondería un recaudo de por lo menos $6.400 millones. Quiere esto decir que el municipio está dejando de recibir por este concepto la suma de $6.000 millones anuales muy importantes para el mejoramiento de su malla vial y para el resto de inversiones de beneficio social.
Y no es que los contribuyentes evadan su pago o que por mala fe no aporten el pago de los impuestos donde rueda el vehículo, ¡no!
Es por desconocimiento del manejo en la distribución de los impuestos, que no tienen idea que con la simple dirección donde circula el automotor reseñada en la declaración anual esos impuestos beneficiarían a la ciudad. Muchos de los contribuyentes por este desconocimiento mantienen las direcciones de sus concesionarias o del municipio donde se encuentra matriculado el vehículo, yéndose estos recursos para un municipio distinto al que le está facilitando la malla vial para su circulación. Sin querer, estamos siendo injustos con nuestro municipio.
Ante este panorama, la Secretaría de Hacienda adelantará un censo con los propietarios de los vehículos particulares que ruedan permanentemente en Cúcuta, con el fin fundamental de motivarlos para que se corrija esta inconsistencia en la declaración que presentan los responsables del impuesto y así contar con unos ingresos importantes para la inversión social de nuestra ciudad.
Se requiere, eso sí, la buena disposición de los conductores propietarios de vehículos para con los encuestadores encargados de adelantar el censo, de tal suerte que se puedan cumplir los objetivos fijados por Hacienda en la dirección correcta de esos recursos.
No se persigue al contribuyente que al fin y al cabo siempre paga pero para el lugar equivocado. Demostremos sentido de pertenencia con nuestro terruño adelantando el trámite respectivo. Aportémosle este granito de arena. La ciudad lo necesita con urgencia.