En Colombia a estas alturas ya se han perdido 1,6 millones de empleos, faltando ver cuántos más puede llevarse esta pandemia. Antes de la crisis una de las tragedias que tenía el país, era el caso de muchos jóvenes recién salidos de la universidad buscando empleo y por aquí en la ciudad peor. En algunos casos casi era humillante. Recuerdo la pancarta de una joven en el mes de noviembre pasado cuando se incrementaban los cacerolazos y en la que se leía: “Economista de la Nacional. Magister de los Andes, bilingüe, y hoy vendo tomates en la plaza del Tunal”.
El tema del desempleo que se le viene al mundo es letal, estimándose que en solo Estados Unidos se han perdido 30 millones de puestos de trabajo y en Gran Bretaña ya se duplicó. Uno de los intelectuales más reconocidos hoy en día en el mundo, el israelí Yuval Harari lo viene diciendo desde mucho antes de la pandemia: el desempleo tecnológico se va a incrementar en donde se acelerará la automatización de muchas personas y por ello el desempleo se va a disparar.
Aquí en el país en el senado esta semana que terminó se plantea la propuesta de crear una renta básica para los colombianos que viven en la informalidad y los independientes, algo así como un salario básico que garantice necesidades básicas. Aprobaremos esta iniciativa? Colombia tiene los recursos suficientes para apoyar a una población informal que en estadísticas optimistas se habla del 46% de los trabajadores? Habrá voluntad política de aprobar una iniciativa de este alcance? Y a propósito, qué opina de este tema el ministro de hacienda?
En los países europeos un desempleado llega a recibir una ayuda del estado que se aproxima, dependiendo del país, 560 euros, algo así como 2,4 millones de pesos. Claro, una cosa son esos países y otra los nuestros. Con esa ayuda un joven desempleado apenas pueden vivir al menos con un mínimo de dignidad. Esta iniciativa de la renta básica para Colombia si bien es un buen propósito y habrá algunos congresista prestos a hacer un debate sustentado y serio, aún así, tomando como referencia el manejo que ha hecho hasta el momento el país comparado como lo han manejado otros países de América Latina, no se augura nada exitoso. Otro debate interesante, discursos van y vienen, prensa y televisión pero de ahí no pasa.
Así es. En el manejo y compromiso fiscal que hasta el momento ha tenido Colombia frente a esta crisis, comparado con otros vecinos, estamos muy lejos de que el país se comprometa con la cantidad de gente que está al borde de la quiebra. Para solo citar algunos ejemplos, Argentina que tiene una crisis fiscal mucho más profunda que la nuestra, está ayudando a pagar salarios a empresas que tengan hasta 800 trabajadores y muy por encima de los 350.000 pesos que aprobamos aquí para quienes perciban apenas un salario mínimo. Perú está comprometiendo para ayudar a los damnificados con esta crisis, en un 12% del PIB, mientras que Colombia apenas lo hace en menos del 2% del PIB. Estamos muy lejos. El gobierno de Chile intervino el sector financiero y la banca en esa país hace préstamos favorables a no menos del 2% anual. Aquí los bancos siguen prestando al 18.6% como si no se hubieren enterado aún que el mundo anda en crisis.
Esta es la realidad, el dinero de la banca no le está llegando al empresario que está al borde de la quiebra. Mejor me lo decía un extranjero dueño de un restaurante en el parque de la 93 en Bogotá: “ En los últimos 4 años facturé en promedio 1.000 millones de pesos anuales, todos mis productos los manejé en Davivienda, y ahora solicité un crédito de 100 millones; llegué confiado a mi banco y me lo negaron”. Esa es la realidad hoy en día del sistema financiero. Aquí en el país se viene una quiebra masiva de pequeños, y hasta grandes empresarios y el gobierno no hace mayor esfuerzo. Estamos en riesgo hacia los próximos meses es la de una masiva quiebra de empresas, y por ello el desempleo e inequidad serán alarmantes. Para allá vamos.