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La nueva legislatura
Si se observa la actuación gubernamental en las ayudas para evitar o mitigar los desastres el balance es todavía peor.
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Domingo, 21 de Julio de 2024

El 20 de julio se inician las sesiones del Congreso de la República durante las cuales se cumplen dos años del mandato del presidente Petro,  plazo que ya permite hacer un balance de su gestion con suficientes elemntos de juicio,  mucho mayor al que se estila en Estados Unidos para hacer una evaluación inicial en los cien primeros días.

Si se analiza la publicitada oferta de la Paz Total se llega a una conclusion decepcionante: es un verdadero galimatías  cuando tratamos de entender, por ejemplo, lo que anuncia el ministro de Defensa en su última intervención sobre el levantamiento del cese  al fuego para un grupo guerrillero, pero se conceden tres meses de cese unilateral para otras bandas que delinquen en las mismas zonas.

Cabe preguntarse, ¿cómo pueden las Fuerzas Armadas actuar en la represión de los guerrilleros a los que cobija el levantamiento del cese al fuego, frente a los que no los cobija? Es fácil suponer que esas medidas lo que buscan es confundir a los militares e impedirles cumplir con su función primordial que es controlar el orden público y defender a los ciudadanos.

Si se observa la actuación gubernamental en las ayudas para evitar o mitigar los desastres el balance es todavía peor. Los miles de millones, y hasta billones, de pesos que han sido el botín de los delincuentes oficiales deja ver la total ausencia de medidas contra la corrupción del gobierno. Y ya ni se menciona la tragedia ocurrida en La Mojana por el inmisericorde saqueo de unos contratistas escogidos por la Unidad correspondiente, que dejó abandonada las obras de contención fluvial en la zona llamada  Caregato. Miles de hectáreas inundadas, miles de familias arruinadas, miles de cultivos y crías destrozados. A esto nunca se ha referido el elocuente presidente Petro.

En relación con la salud, ni hablar. Se vino a saber, después de su salida del ministerio correspondiente, que el proyecto de ley que se presentó al Congreso de la República era el sueño de toda la vida de la ex ministra Corcho. ¡Válgame Dios! ¿Son esos sueños los que el presidente considera la salvación de los colombianos? ¿Será algo similar el proyecto de reforma laboral? ¿O el de reforma de la educaión?

El presidente, seguidores y periodistas de su corriente afirman que en el Congreso no le dejan pasar sus proyectos, como si fuera obligación del legislativo aprobar todo lo que se le ocurra al mandatario. Pues al Legislativo se le presentan es PROYECTOS que él debe analizar, modificar, aprobar o improbar como ha ocurrido siempre. Y, naturalmente, esas iniciativas surgidas de sueños ideológicos no son facilmente comprensibles.

Se deduce que en la primera legislature de su mandato quiso el presidente abarrotar al Congreso de proyectos para que fueran aprobado a pupitrazos, aprovechando sus mayorías parlamentarias. Pero le falló su estrategia porque eran tantas y tan cruciales sus propuestas que fueron quedando estancadas a pesar de su insistencia y sus amenazas. En el acto de sanción presidencial de la reforma pensional en la Plaza de Bolívar, en un tono demagógico y nuevamente amenazante le envió un mensaje a la Corte Constitucional para que mirara la nueva ley con amor. Es decir, que no la examinara a la luz de la Constitución.

ramirezperez2000@yahoo.com.mx


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