Cuando los cálculos de evasión fiscal en Colombia, señalan cifras que llegan a los 80 billones anuales, y cuando el gobierno presenta una reforma tributaria para tratar de conseguir 25,9 billones, duele que se sigan presentando ciertas prácticas, a los ojos de todo el mundo, como las que utilizan algunos establecimientos de comercio, especialmente los restaurantes, y óigase bien, muchos de los buenos, reputados y grandes restaurantes, en donde el cliente, al ir a pagar la cuenta, le presentan una aparente factura, desde luego con el IVA incluido, pero cuando el usuario, después de pagar va a tomar dicha factura, le salen con el cuento de que tienen que elaborarla, pues la que tiene ante sus ojos, es una prefactura.
Pero además le dicen que tiene que esperar a que la elaboren, y demoran un buen rato, para que el cliente se aburra y se vaya sin el documento.
Lo grave del asunto, es que el usuario, además de pagar una costosa cuenta de consumo, paga también el IVA, que el establecimiento recauda a nombre del Estado, pero como no ha sido facturado, entonces va al bolsillo del dueño del establecimiento.
Esta escena la ve uno con demasiada frecuencia, y en restaurantes muy reputados, cuyos dueños aparecen con frecuencia en la prensa, posando de buenos emprendedores y de hacedores de país.
Estas dolosas prácticas son las que generan inequidades en la tributación, y las que hacen que los recaudos de la nación no solo se vean disminuidos, sino que resulten además ser un camino de enriquecimiento ilícito para muchos. Además, constituyen también los motivos por los cuales el gobierno se ve obligado a presentar reformas tributarias, para poder incrementar el recaudo, a costa de quienes sí pagan cumplidamente sus obligaciones.
Si hablamos de 80 billones en evasión, y de otros 80 billones en beneficios y exenciones tributarias, podemos concluir en que una tarea de búsqueda exitosa, seguramente con un cuerpo especializado para tal fin, podría estar en capacidad de obtener resultados rápidos que mejoren sustancialmente el nivel de ingresos de las arcas del Estado.
Y podremos insistir también en el tema de las Sociedades Anónimas Simplificadas, en donde los mismos reportes de la DIAN señalan que se constituyó en un instrumento de evasión muy significativo, pues al sustraer del control de legalidad el tema de constitución, transformación o liquidación de sociedades, nos encontramos con un problema enorme al cual no se le ha puesto atención.
Sería también conveniente revisar los informes de la Fiscalía General de la Nación, en donde se señala que este tipo de sociedades, está siendo utilizada de manera muy efectiva para el lavado de activos.