Están asombrados los miembros de la comisión de empalme del nuevo alcalde de Cúcuta, César Rojas, con el triple salto mortal o maromas que el saliente burgomaestre de los cucuteños ha hecho y está tratando de hacer a última hora.
Por todos los medios se encuentra hurgando en los vericuetos del derecho, un artículo, inciso o palabra que le de algún soporte de legalidad para dejar amarrada la concesión de alumbrado público por otros 15 años. El Concejo no le caminó al endeudamiento de vigencias futuras, pero están estudiando la posibilidad de prorrogarla por decreto.
Dieron por terminado unilateralmente el contrato del parqueadero de Los Coches, para entregárselo a amigos, lo que le representó una condena de 24 mil millones de pesos al municipio. Se dio por terminado el convenio para el “mantenimiento y recuperación del centro de Cúcuta” con Corpocentro para entregarlo aparentemente sin el cumplimiento de los requisitos legales a Publicity SAC.
Un proyecto de acuerdo presentado en el Concejo para pretender legalizar hechos cumplidos con relación a este convenio, fue rechazado en pleno.
Expidió el decreto 1019 de noviembre 2015 creando y suprimiendo unos cargos de la planta de personal sin la autorización del Concejo.
El Concejo tampoco le caminó en darle autorizaciones adelantadas para el contrato de los comedores escolares con vigencia de 2016 que le corresponde al nuevo alcalde.
Por todos los medios posibles e imposibles, saltándose todas las previsiones, quiere dejar constituida la empresa del Acueducto Metropolitano que afecta el contrato 030 entre Aguas Kpital y la EIS S.A. ESP.
Y como para variar, el Alcalde quiere quedar blindado, con la designación de los representantes de los organismos de control Personero y Contralor Municipal. Se hizo un convenio con la Corporación Unificada Nacional para los concursos públicos.
La elección de Contralor Municipal según el Acto Legislativo 02 de 2015 es por convocatoria pública, no por concurso público. Una muy buena cantidad de amigos del alcalde saliente se apresuraron a entregar sus hojas de vida, muy seguramente por instrucciones de él mismo. Se nos ocurre, por lo que estamos viendo, que será un hecho que los dos más amiguitis suyos sean los primeros en encabezar el pelotón. Se busca acorralar a los concejales del próximo cuatrienio para que lleguen a elegir un Personero y un Contralor previamente designado bajo un procedimiento que sospechamos no va a estar nada claro. Con el respeto que me merece la corporación en mención pero no tengo ni idea del currículo de la misma. Ya se anunció por parte de los mismos participantes sendas acciones de tipo judicial sobre la participación en las evaluaciones de profesionales del derecho cuando ni siquiera cuenta dentro de su plan de estudios con dicha facultad. Y todas estas piruetas del alcalde Donamaris las intensificó en los últimos días
restantes para entregar su mandato en un acto que se considera por demás inelegante con la nueva autoridad municipal.