Hacía un buen tiempo no se escuchaba declaración alguna del expresidente Pastrana. Justo el jueves pasado hizo un pronunciamiento razonable y oportuno en los medios de comunicación, sobre la necesidad de restablecer el diálogo con Maduro al menos para coordinar en lo posible los efectos de la pandemia entre los dos países.
Hoy una de las zonas de mayor riesgo en Colombia es la frontera porque no sabemos lo que en realidad pueda estar pasando en Venezuela. Hoy se anuncia que hay 107 contaminados en el vecino país, donde sabemos que el 90% de sus hospitales no tienen ni agua. ¿Será cierta esa cifra? Nadie lo sabe. Y así como muchos países en el mundo no imaginaban apenas hace dos meses lo que se venía con el virus, llegó lo que nos faltaba, casi como otro virus, consecuencias que estarán por verse: la acusación de Trump contra Maduro, que diferente a que sea o no cierto, el efecto que puede traer a las ya deterioradas relaciones entre los dos países pueden ser graves. El tema es sencillo, Maduro no le responde a Trump; si puede, reacciona contra Duque, contra Colombia, y hasta con la frontera.
Sin duda que desde hace años Venezuela se ha convertido en un sitio de refugio para muchos grupos ilegales, desde disidencias de la guerrilla, pasando por narcotraficantes y hasta algunos integrantes de grupos criminales que se mueven en la frontera. Pero la acusación de Trump adolece de una grave imprecisión que reconoció hasta el mismo director en Washington el día de ayer para asuntos latinoamericanos, Geoff Ramsey : “La afirmación de que Maduro está “inundando” deliberadamente a Estados Unidos con cocaína es absurda”. Así es, pensar por ejemplo que la droga que se produce en el Putumayo, sea enviada a Venezuela y de ahí sale a los Estados Unidos, es inverosímil. Sin duda que Venezuela ha sido el lugar idel por donde transitan y se mueven sin dificultades grupos ilegales en varias de sus actividades, pero de ahí a señalar que está inundando de droga a los Estados Unidos, está por verse.
Sería muy grave que el móvil de esta acusación de parte de Trump, su trasfondo, sea electoral como es muy probable. Ya se da por descontado que en algunos estados del país del norte, esta posición del actual presidente le genera réditos. Y viene la pregunta, hasta dónde Maduro podría llegar a reaccionar contra Colombia, contra la frontera que es lo más a la mano y vulnerable que tiene Maduro? Si el control del coronavirus en el mundo se la ha salido de las manos a países como Italia y España, y hoy amenaza a los mismos Estados Unidos, a ciudades como New York, podríamos imaginarnos lo que podría ser una epidemia desbordada en la frontera, sus riesgos? El periódico Liberation de Francia señalaba por estos días que a raíz de la vulnerabilidad de estos países, si no tenemos controles eficaces, los efectos podrían multiplicarse hasta diez veces. Esa posibilidad ya es cercana al apocalipsis.
Si, efectivamente, lo que nos faltaba, que ahora a esta pandemia se le pudiese sumar una reacción de un Maduro que ahora se verá más acorralado, más desesperado, sin saber como reaccionar, pero así como le sucedió a Manuel Noriega en Panamá, quien en 1.989 no creyó que le podrían llegar a su casa, al palacio presidencial, y de ahí lo sacaron, esas historias latinoamericanas empezarán a hostigar a Maduro. Los riesgos de una traición aumentaran. Algún militar, alguno de sus generales que quiera ganarse los 15 millones de dólares y asegurar su futuro, lo empezarán a ver como una opción.
Con el Indictiment se rompe todo diálogo entre Colombia y Venezuela asi fuere tan solo para hablar y coordinar algunas acciones ante la crisis sanitaria. En mala hora llega esta acusación. Si bien es cierto que es muy improbable que a 8 meses de las elecciones Trump decida enviar tropas para invadir Venezuela, lo cierto es que abre una puerta, allana el camino, y Colombia en una gran proporción podría llegar a pagar los “Los platos rotos”. Ni el mismo Maduro sabrá en este momento de desespero cómo protegerse, como reaccionar, qué medidas tomar. En sus primeras declaraciones habló del miserable del Trump, y la oligarquía colombiana que trataban de invadirlo, y peor aun, con las armas encontradas en Barranquilla al ex general Clíver Alcalá quien ya fue extraditado, y sus declaraciones pueden ser graves contra el cartel de los soles. Creíamos que para las dificultades que tiene la frontera con el coronavirus era más que suficiente, pero estabamos equivocados.