Amables lectores: Debido a la actual tasa de inflación, la más alta en 24 años, ha obligado a las compañías a tomar diversas medidas para controlar gastos y enfrentar el bajón en el consumo.

Los diversos negocios enfrentan un sorprendente aumento en el valor de sus insumos, que ha obligado a los empresarios a un estricto control de estos costos a realizar ciertas acciones que les permitan afectar lo menos posible sus ventas y rentabilidad. No obstante que las cadenas fabricantes se han esforzado para no trasladar el aumento de costos al cliente, los consumidores se han sentido y como respuesta ha bajado el volumen de sus compras. Según expertos la canasta básica del hogar fue la más afectada. El consumidor ha priorizado artículos en la alimentación, por ejemplo, disminuyendo consumo de lácteos ante los fuertes incrementos de precios e igualmente en otros productos como el pan que se espacio la compra.

Haré un análisis de la problemática de ciertos sectores de la economía y las estrategias empleadas por los empresarios para golpear lo menos posible sus balances. El sector gastronómico se ha visto afectado por la alta inflación que ha aumentado sus costos. Este sector se ha visto también afectado por el pleno en el impuesto al consumo, aumentó en servicios públicos y arriendos. En un año, el gremio manifestó la caída en un 25% en sus ventas. Entre las estrategias utilizadas para contrarrestar esta situación, los negocios se han visto forzados a no subir precios. Recortar porciones y disminuir la calidad de los insumos utilizados, por ejemplo, los aceites.

El sector hotelero recibió el impacto de la inflación, el regreso del IVA del 19% y las tasas de interés de los bancos, pero lo que más impacta es la subida de salarios. No se puede negociar con un buen servicio y por eso subir tarifas ha sido inevitable para los hoteleros.

En la construcción el alza en los materiales ha sido en un año 14,6% y como estrategia los constructores se verían obligados a entregar viviendas con menos acabados y que los compradores después los terminen. Algunos constructores, que se mantienen en la actividad, manifiestan abiertamente que en “algunos proyectos que se tienen en desarrollo, no hay rentabilidad, ni honorarios”. El aumento en los insumos mantiene expectante la producción agropecuaria. La volatilidad del dólar, el clima y la inflación han producido dificultades en las cadenas de producción de los sistemas alimentarios del país. Para los agricultores las principales afectaciones en costos ha sido el aumento en el precio de los fertilizantes, como consecuencia del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. En el 2022 las importaciones de fertilizantes fueron 1.7 millones de toneladas.

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