En este año 2015 se terminó el plazo para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, unas metas ambiciosas que se cumplieron parcialmente pero que constituyeron un avance importante en los propósitos de los países del Planeta para erradicar la pobreza y el hambre, universalizar la enseñanza primaria, reducir la mortalidad infantil, garantizar la sostenibilidad del medio ambiente entre otros.
Las Naciones Unidas consideraron importante continuar con este tipo de iniciativas y previa evaluación de los resultados, en la pasada cumbre del mes de septiembre, se aprobaron los objetivos de desarrollo sostenible (ODS), una agenda que toma el relevo de los objetivos anteriores y que buscan entre otras cosas: erradicar la pobreza en todas sus formas en el mundo, poner fin al hambre, promover el bienestar y la salud, educación de calidad, igualdad de género, agua limpia, energía no contaminante, trabajo decente, innovación, reducción de las desigualdades, ciudades y comunidades sostenibles, producción y consumo responsable, acción por el clima, protección de los ecosistemas marinos y terrestres, paz, justicia e instituciones sólidas, alianzas para lograr los objetivos.
Es importante que en estos objetivos no solo se habla de la desigualdad que existe en el interior de los países como sucede en Colombia entre regiones como Chocó y Antioquia, sino también de la desigualdad entre los países, que es un aspecto clave para cumplir los propósitos planteados.
Es necesario que se desarrolle un comercio justo para lograr un desarrollo sostenible y que los países ricos paguen por la contaminación del pasado y del presente financiando la protección de nuestros recursos.
No se compadece que ellos hayan destruido medio planeta y hayan acumulado grandes cantidades de capital y nos exijan que nosotros no hagamos lo mismo limitando nuestros ingresos.
Otro tema importante son las ciudades. La tendencia de la humanidad es a vivir en ellas y esto continuará. Los problemas son muchos para mantener ciudades que generen empleos y prosperidad sin ejercer presión sobre los ecosistemas.
Sus problemas son comunes. El futuro planteado incluye ciudades de oportunidades, con acceso a servicios básicos, energía, vivienda, transporte y más facilidades para todos.
Destacaré el último objetivo de los diecisiete que se refiere a las alianzas entre el gobierno, el sector privado y la sociedad civil.
Estas son indispensables y se deben construir como lo dice la ONU: “sobre la base de principios y valores, una visión compartida y objetivos comunes que priorizan a las personas y al planeta, y son necesarias a nivel mundial, regional, nacional y local.
Es necesario adoptar medidas urgentes para movilizar, reorientar y aprovechar billones de dólares de recursos privados para generar transformaciones a fin de alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible…El sector público deberá establecer una orientación clara al respecto.
Deben reformularse los marcos de examen y vigilancia del cumplimiento, los reglamentos y las estructuras de incentivos que facilitan esas inversiones a fin de atraer inversiones y fortalecer el desarrollo sostenible.
También deben fortalecerse los mecanismos nacionales de vigilancia, en particular, las instituciones superiores de auditoría y la función de fiscalización que corresponde al poder legislativo”.
Colombia tuvo un papel importante en el trabajo previo y aprobación de los ODS y gran parte de ellos ya están incluidos en el nuevo plan de desarrollo 2014. 2018, “todos por un nuevo país”. Corresponde a los futuros alcaldes y gobernadores incluir estos objetivos en sus planes de desarrollo para que estos se puedan cumplir cuando finalice su plazo en el 2030. Las acciones tienen que ser a nivel territorial y nacional en todos los países.
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