Amables Lectores: Con un gran valor el Columnista Ricardo Santamaría afirma: “La paz total de Petro y cualquiera otra que se haga en Colombia siempre encontrará el mismo desafío; el narcotráfico”.   Mientras exista narcotráfico habrá conflicto y todos los esfuerzos de paz, sin importar con qué grupos, serán valiosos pero parciales.

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El narcotráfico ha sido a lo largo de las últimas décadas, el combustible del conflicto. Se han financiado guerrillas, paramilitares y cualquier grupo criminal que haya surgido en Colombia. Debemos tener muy claro que la lucha contra las drogas ha sido un fracaso tanto en Colombia como en el mundo y por lo tanto es claro se deben ejecutar nuevas políticas de consumo y no la simple prohibición.

La legislación o regulación es la única solución real al narcotráfico. El camino de sólo guerra está agotado. Es necesario estudiar diversos productos de regulación.

A pesar de la recuperación de los puestos de trabajo perdidos en la pandemia, es indispensable la creación de empleo formal y constituye una tarea crucial para el nuevo gobierno. Según la última encuesta de Invamer, el 75% de las personas encuestadas considera que el desempleo en Colombia está empeorando.

La radiografía de la situación laboral que asume el nuevo gobierno es la siguiente: Tasa de desempleo del 11.3 por ciento, 2.88 billones de jóvenes que no estudian ni trabajan y una informalidad, que aunque en algo ha mejorado, alcanza un 4.47 por ciento. Sin negar lo obtenido para salir de la situación originada en la pandemia, la economía colombiana requiere seguir creciendo y generando los puestos de trabajo que ayuden a reducir la pobreza monetaria y mejoren los ingresos de los hogares.

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El empleo debe ser sin duda una de las prioridades económicas del nuevo gobierno y como reto concreto se debe proponer bajar el desempleo de los dos dígitos y dar posibilidades al aparato productivo de crear más empleo. Mauricio Reina, hace un serio análisis de las cifras de la economía colombiana y esboza sus causas. Dice Reina que la economía colombiana crecerá este año un 6.3 por ciento. Si comparamos esta cifra con otros países Latinoamericanos vemos que es más del doble que Perú, Chile y México.

Aunque para el 2023 la cifra no es tan auspiciosa, 3.5 por ciento, este sería uno de los mayores crecimientos entre los pares de la región. No obstante, la desaceleración de la economía colombiana es inevitable. Revisemos las razones para que esto se presente. El ritmo del consumo privado empezará a bajar como resultado de las crecientes
 
tasas de interés y la erosión que causa sobre el gasto al aumento de inflación, porque disminuye el ingreso disponible. Adicionalmente, el precio del petróleo, el gran motor del ingreso estatal, estará al vaivén de la economía mundial, afectada por la confirmación de que Estados Unidos ya acumuló dos trimestres de crecimiento negativo, está cada vez más cerca de una recesión.

Los expertos sostienen, que a la economía colombiana le conviene bajar de esas altas cifras de crecimiento porque el excesivo consumo público y privado ha generado un exceso de demanda trayendo un aumento en la inflación que hoy alcanza una variación anual del 9.67 por ciento, los niveles más altos en 20 años.

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