En la pasada sesión de la Junta Directiva del Banco de la República la tasa de crecimiento de Colombia fue revisada a la baja colocándola en 2.8%.
Detrás de este indicador bajista está la disminución en los precios del petróleo, los cuales según conceso de expertos no regresarán durante varios años, a niveles de 75 dólares el barril, registro de épocas anteriores.
La disminución de los precios del petróleo trae intrínsecamente una poderosa lucha económica.
Claro está, que el menor crecimiento de la economía China es un factor determinante en la pérdida del valor de este combustible; no es menos importante el desarrollo de nuevos procedimientos en la extracción como la fracturación hidráulica.
Con el impulso de esta nueva técnica cada vez más eficiente y con menos costos, los Estados Unidos han dejado de ser el primer importador de petróleo siendo reemplazado por China.
Pero ¿Cuál es el efecto de esta nueva situación? Según afirma el columnista Miguel Gómez Martínez, los Estados Unidos han recuperado, con esta menor dependencia del suministro de petróleo, un mayor margen de manejo diplomático y marca un hecho geopolítico.
Desde la segunda guerra mundial, la dependencia Norteamericana del abastecimiento del hidrocarburo proveniente del Medio Oriente, había llevado a esta potencia a un manejo contradictorio y ambiguo de la problemática del extremismo musulmán.
Si a este le añadimos la creación y posterior defensa de la supervivencia del estado de Israel se complicó más la situación de equilibrio político para los Estados Unidos.
La actual y parcial independencia energética, le permitirá a esta potencia moverse con diplomacia para lograr acuerdos con países enemigos como Irán, logrando convenios como el control de armas nucleares y facilitando a ese país la producción de petrolera congelada hasta la fecha.
En Colombia nos preguntamos el porqué de la indiferencia de los Estados Unidos al tratar la grave crisis política y las múltiples violaciones de los derechos de la oposición en Venezuela y la respuesta tiene una sola razón: Negocios.
El país sudamericano es uno de los tradicionales vendedores de petróleo a Norteamérica. Sin esta dependencia de suministro, a futuro, con certeza, veremos un tratamiento más acorde al manejo democrático que acostumbran a dar los Estos Unidos, a otros países en circunstancias similares. Las naciones Árabes, productoras de petróleo, quieren bajar los precios de este hidrocarburo buscando que los países que utilizan nuevas técnicas de extracción, más costosas que las tradicionales, cedan en su empeño productivo. Esto ha llevado a los Estados Unidos a mejorar sus técnicas de francking bajando costos de producción.
Ante este panorama es poco probable que el precio del crudo repunte y por consiguiente es clave que en Colombia se priorice el gasto público futuro y se fortalezcan los ingresos fiscales.