Amables Lectores: Afirma Francisco Miranda que al presentar la ponencia de la reforma laboral, los parlamentarios oficialistas y el gobierno perdieron la oportunidad de responder a empresarios y centros de estudio. La iniciativa estatal está enfocada en mejorar         las condiciones de quienes ya tienen empleo y de los sindicalizados.

La reforma laboral del gobierno Petro subestima el aparato productivo en la creación de empleo. El gobierno busca favorecer a los ya empleados y al movimiento sindical. No se preocupa por los desempleados, principalmente mujeres y jóvenes y no se mira la informalidad. Existe en el país una tasa de desempleo de dos dígitos, uno de cada diez colombianos no consigue trabajo y existe una altísima tasa de informalidad, seis de cada diez son en Colombia trabajadores informales. La institucionalidad es incapaz de generar seguridad social y mucho menos ser motor de desarrollo económico.

En el proyecto del gobierno no existe prioridades, sino énfasis en encarecer los costos laborales y mejorar las condiciones de una minoría empleada formalmente y se piensa por parte de los expertos del Banco de la República, que de aprobarse la reforma, las empresas podrían liquidar unos 400.000 empleados actuales. Los costos asociados a jornadas nocturnas y festivos en sectores cono restaurantes, entretenimiento, vigilancia, alojamiento y comerciantes ya están disparados en la disminución de empleados.

Factores como la pandemia, inflación más alta en 23 años, la disparada de los costos de insumos y materias primas, dos reformas, la desaceleración económica han minado la capacidad de las empresas de soportar, en especial 1.7 millones de mypimes que luchan por sobrevivir.

Con gran énfasis Andrés Espinosa afirma “que el gobierno Petro no quiere gobernar”. Su obsesión ha sido ser oposición. Los primeros diez meses de la administración Petro, se caracterizan en materia económica, por una total inacción. Sus funcionarios no muestran, conocimientos de política pública y menos saber temas críticos como el crecimiento económico. Sus actuaciones no generan certidumbre empresarial y mucho menos confianza inversionista.

En el proyecto de la reforma vemos con preocupación la eliminación del aseguramiento privado y la estatización del régimen de salud, con la reforma laboral se observa aumento del desempleo y de la informalidad. Se marchitará el régimen privado y la estatización del régimen de salud, con la reforma laboral se observa aumento del desempleo y de la informalidad. Se marchitará el régimen privado de pensiones golpeando fuertemente el Mercado de capitales. Se ha privilegiado la ideología por encima del espíritu de las ciencias económicas. El gobierno Petro abandonó la tesis de construir sobre lo construido y practicar el síndrome de Adan todo lo anterior está mal y ahora con Petro, todo se hará mejor.

Para el actual gobierno sus verdades son: El cambio climático, el decrecimiento económico, el desestímulo al sector minero-energético, el olvido de la vivienda de interés social y el abandono de la lucha contra la pobreza.

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