La sabiduría de la democracia colombiana, con sus conocidas imperfecciones, tiene su solidez sobre un pilar muy importante que es el proceso de elecciones regionales. A través de él, cada cuatro años a través del voto libre, se presenta el cambio de gobernantes, que en todos los casos y sinexcepción, tienen durante sus administraciones aciertosy equivocaciones en la conducción de susrespectivas gestiones.
Quizás lo más importante de estas alternancias es que facilita a los elegidos hacer un alto en el camino, reflexionar y evaluar qué es lo que se requiere hacer en sus territorios paradar continuidad a ciertas obras o políticas públicasadoptadas o rectificar el camino a seguiren algunos aspectos, rodeadosde profesionales de alto nivel técnico, que vivan en la región, conozcan los problemas de su entorno y escuchen a la gente. Requerimos mandatarios y funcionarios que estimen que el interés colectivo está por encima de los intereses políticos, ideológicos o conveniencias de particulares.
El éxito futuro de una gestión gubernamental se empieza a labrar y construir cuando las decisiones se toman con total transparencia para generar confianza en la gente, en función de solucionar las necesidades de los ciudadanos, que son quienes mejor saben identificarlas y hasta proponen las soluciones más acertadas. Esos gobernantes deben olvidar que ya no son candidatos para favorecer a un determinado sector o grupo, sino que son gerentes públicos que administran una región para servir a todos los habitantes que pagan sus impuestos.
Esta es una bonita oportunidad para hacer un respetuoso llamado a los nuevos gobernador, alcaldes municipales,diputados, concejalesy ediles, que entrarán en escena a partir del 1 de enero del 2024 ya los señorescongresistas, paraque enacción coordinada con las universidades, gremios, sociedades civil y comunales, inicien “una gran cruzada por la unión regional. Estainvitación espara trabajar, día y noche y sin descanso, en función del desarrollo del departamento, de Cúcuta y su área metropolitana y de cada municipio de Norte de Santander, siempre con visión de largo plazo.
El gran reto es, entonces,que cumpliendo los procesos de planeación correspondientes, con una sola voz unida y pensante, logremos convencer algobierno nacionalque debe descentralizar los recursos hacia las regiones como una de las muchas estrategias que pueden contribuir a alcanzar la tan anhelada pazy podamos cofinanciar la estructuración definitiva de los grandes proyectos estratégicos, conocidos desde hace muchos años, que están estancados y poco avanzan con el tiempo. Convenzámonos de que, solamente,cuando dispongamosde estudios con alto valor técnico, ambiental y financiero escomo podemos acudir a los inversionista scorporativos de todo el mundo para ejecutarlos y, de esta manera, generar empleo permanente y estable, como uno de los mejores antídotos para combatir la histórica inseguridad y pobreza regionales.