Colombia es un país en la que suele criticarse muy fácil a otro, muchas veces exageradamente y más si se trata de temas en los que esté de por medio asuntos de política.
Por muchas razones Duque ha sido el colombiano que ha recibido mayores críticas en los últimos días por su ingobernabilidad, por la forma como ha manejado el paro en donde ha tratado de excluir equivocadamente a algunos de los sectores que protestan, por pretender dilatar las conversaciones hasta el mes de marzo del próximo año, por rodearse en una alta proporción de ministros incompetentes que no son los mejores consejeros en estos tiempos difíciles.
Hasta desde el mismo Centro Democrático recibe fuertes críticas que lo han llevado a que en apenas 15 meses de gobierno el 70% de los colombianos expresan su inconformidad con su gestión.
Pero así como le han dado palo, por lo menos en esta oportunidad hay que reconocerle al presidente Duque el empeño que hizo para que en el plan nacional de desarrollo se incluyera el beneficio tributario para las zonas económicas especiales, ZESE, y que en el día de ayer fuera presentado su decreto reglamentario. Sin duda es una buena y oportuna medida para los departamentos fronterizos tan golpeados con la crisis.
Eso a nivel de gobierno, porque a nivel empresarial, en una labor silenciosa y persistente, quien desde hace varios meses ha estudiado y conoce el tema como pocos, ha sido Manuel Guillermo Cabrera quien en momentos de campaña del presidente Duque incluso fue invitado a dar su opinión, y recuerdo que por su experiencia redactó y diseñó mucho de lo que hoy es ese beneficio tributario que hoy en día es una realidad.
Recuerdo que en algún momento Manuel Guillermo advirtió un error mayúsculo que en su momento le puso de presente el senador Juan Carlos García en el proyecto de ley, en el que se autorizaban unos beneficios de exención en impuesto de renta únicamente a las empresas que se instalaran, y sorprendentemente se dejaba de lado a las que eran de la región , las que le habían puesto “el pecho a la crisis”, con un ejemplo recuerdo muy sólido: “Era tanto como si la empresa X se instala en la ciudad, queda exenta por 10 años de beneficios tributarios, y desplazara a una empresa como Cerámica Italia que es oriunda de la región”. Un absurdo que de manera afortunada también se corrigió.
Reconocimiento para Manuel Guillermo por su persistencia, y a Alfonso Morales, presidente del colegio de contadores que siempre lo apoyó.
La aprobación e implementación de las ZESE es un buen regalo de navidad para la ciudad y la región.
Podría decirse que hacía mucho tiempo el gobierno estaba en mora en implementar una medida de este alcance. Sin duda es la mejor manera de combatir los efectos del contrabando y esa cultura de la informalidad que tanto daño nos hace. Las empresas que se instalen en la ciudad dentro de los próximos tres años y que preparen o provean recursos dentro de los departamentos beneficiados – Arauca, Norte de Santander y la Guajira – tendrán un exención del impuesto de renta durante los primeros 5 años, y del 50% dentro de los 5 restantes y generen empleo directo en un 15% demostrado, tendrán ese beneficio. Es la posibilidad de reactivar la economía de la ciudad y la región que hoy en día afronta graves riesgos que aumentan con la inmigración que se anuncia hacia el próximo año. Ya es un hecho, como lo reconocen organismos internacionales, que en el 2.020 Venezuela será, por encima de Siria, el país con mayor número de refugiados en el mundo.
Que sea esta una oportunidad a partir de la creación de las ZESE que ahora tiene la frontera para aliviar su crisis, porque si hay algo que hoy en día se respira en Colombia, y en muchas partes del mundo, es incertidumbre. Las manifestaciones y protestas van a continuar el próximo año, quizás con mayor ira, rabia y confrontación. Las medidas que hasta ahora ha aprobado el gobierno como la de la exención de IVA por 3 días al año, es un chiste. Por ahora, un reconocimiento por esta medida al presidente Duque, a la persistencia y prestancia de Manuel Guillermo y al apoyo en todo momento de Alfonso Morales.