Los niveles de contagio se han disparado en el país y en la región en los últimos días. Entramos a esa fase crítica en la que o tomamos las medidas de confinamiento y disciplina social que se necesitan para llegar al pico y dominar la pandemia, o perdemos la batalla y se podrían vivir esas imágenes que vemos de Barranquilla, u otras más dramáticas como las dificultades que tienen cementerios como los de Cartagena o Quibdó. En el Norte de Santander se respiraba cierto aire de flexibilidad porque había contagios de 6 en promedio cada dos días, muy lejos de ciudades como Bogotá o Cartagena, pero la cifra del jueves pasado genera mucha preocupación: en un solo día hubo 77 contagios. Tenemos que cuidarnos y tomar los controles necesarios.
Mientras eso sucede con la pandemia, surge otra realidad consistente en las políticas públicas que deben tomar los gobiernos para afrontar esta tempestad que hace apenas 6 meses el mundo no contaba con ella. El gobierno de Duque en el país, Silvano Serrano en el departamento y Jairo Yáñez en Cúcuta, en lo posible y a pesar del dramatismo del momento actual, han logrado visualizar y proyectar algo más allá de la pandemia actual? O dicho en otros términos, cómo nos preparamos frente a la pos pandemia? Es necesario reorientar las políticas públicas porque si bien hay que enfrentar el coronavirus, no nos podemos quedar solo en eso.
Ya sabemos que a hoy, sin saber aun lo que puede suceder en los próximos días o meses, el efecto en la economía y en el campo social es devastador. El 37% de la población de América Latina que era de clase media, ya está nuevamente en la franja de pobreza. Según un estudio de la universidad de los Andes, el crecimiento económico que había logrado Colombia en el siglo XXI ya se perdió. Es decir, con lo que llevamos de esta pandemia, Colombia ya perdió todo lo que había logrado en este siglo. Hemos perdido 5 millones de puestos de trabajo. Esa expresión, muy de estos días, de que la debacle económica puede ser peor que la misma pandemia, va a ser cierta.
Retomando la pregunta sobre las políticas que a todo nivel deben replantear los distintos gobiernos. A nivel nacional, a Duque el gobierno se le fue en el tema de la pandemia, y a dos años ya de terminar su mandato, en tratar de hacer lo que pueda después de que pase la tempestad. Como es entendible en la pos pandemia el presidente se encontrará con un país destrozado en lo económico y lo social, y en esas circunstancias debiendo hablar de un tema nada halagador: la necesidad de implementar otra reforma tributaria. Un escenario muy difícil. En la pos pandemia se avizora otra realidad para el país: la protesta social va a llegar nuevamente, incluso con más carburante.
La cantidad de desempleados, en donde los jóvenes son los más afectados con niveles que sobrepasan niveles del 30%, a los que se van a sumar los empresarios que se quebraron, los que estudiantes que ya no van a la universidad, los que no tendrán ninguna posibilidad de emprendimiento. La protesta social que se viene será muy fuerte, y eso ya lo ve Petro, e irresponsablemente tratará de sacarle ventaja a ella. Trata de incendiar el país.
Hacia el gobernador Silvano, en escenarios a nivel nacional y ante la afectación de los ingresos regionales, se habla de mirar cómo llegar a replantear las regalías por ejemplo. ¿Qué estrategias debe adelantar una región como la nuestra para enfrentar lo que se viene? En una próxima columna me referiré exclusivamente a ese tema. A nivel de Cúcuta, por estos días que estuve en la ciudad hablando y escuchando gente, comienza a evidenciarse una ruptura entre el alcalde y la comunidad. De alguna manera lo que comienza a percibir muchos sectores, es que su elección del pasado 27 de octubre generó muchas expectativas y cambios, y sin descontar que hoy vivimos tiempos muy difíciles, comienza a generarse un ambiente nada propicio de frustración, casi de ruptura. Nada peor para la ciudad que en estos momentos si algo necesita es comunicación y liderazgo.
Edgarcortes.asesores@gmail.com