Lo que nos preocupa por estos días en Cúcuta, necesariamente pasa inicialmente por los temas de país que se debate entre cómo va la economía y la política. Hasta el congreso nacional de Fenalco que se adelantó en estos días en la ciudad de Barranquilla, que en principio es un escenario para hablar de economía en las que los empresarios hacen sus proyecciones y análisis, se habló más de política que de economía.
El gran interrogante que ya se tomó al país, que tiene Colombia por estos días es lo que puede ocurrir en las elecciones del 2026, al punto que ya se tomó la agenda de muchos foros y escenarios de opinión.
¿Hasta dónde Petro logrará en año y medio postular a alguno de sus candidatos para la continuidad de su gobierno?, ¿el propósito por estos días de reducir el presupuesto de la Registraduría, qué alcance tenía en realidad? ¿las elecciones del 26 ya se tomaron la agenda de Colombia? Entiendo que hasta desde la clandestinidad María Corina Machado envió un mensaje a los participantes de Fenalco expresando que había que defender la democracia al precio que fuera: “Antes de Chávez nunca creíamos que Venezuela podría llegar a la situación de Cuba: Ahora estamos peor”, fue lo que dijo.
En el congreso se alcanzó a plantear las crisis que en poco tiempo ya tenemos que afrontar en Colombia por coyunturas que no son menores: la propia del cambio climático que lleva a que Bogotá sufra sus efectos, hacía 30 años no registraba niveles tan bajos de lluvia como los de ahora. El país está cerca de tener una crisis de gas y energía, y todo ello ocurre mientras seguimos hablando y preocupados por lo que puede suceder en el 26. En ocasiones, nos sucede mucho, nos preocupa más la política que los temas propios de la economía.
Las últimas cifras económicas indican que el país tiene unas cifras que muestran que ha habido crecimiento en algunos sectores; en el mes de julio en algunos sectores como la agricultura los resultados fueron positivos, es decir, a pesar de todo, afortunadamente algunas cosas no marchan tan mal.
Eso es lo que sucede en el país, porque ya entre nosotros, en temas de ciudad, la frontera hasta ahora la apertura no ha tenido efectos importantes, entre otras razones por la inestabilidad política de Venezuela. Lo cierto es que los meses pasan, Edmundo González ya se radicó en España que frente a algunos es una señal de desentenderse de la crisis del país, y ya en Cúcuta el tema que predomina, que nos inquieta, es que nunca antes había tenido una situación de inseguridad tan crítica como la que ocurre por estos días.
Los brutales hechos que ocurrieron al frente del colegio Santo ángel muestra hasta donde ha llegado los niveles de criminalidad, las conexiones y de bandas internacionales, y hasta la misma forma en que se hacen ajustes de cuentas. Hay crímenes que marcan una ciudad, que dejan en el imaginario una huella colectiva, un temor. Lo que ocurrió en estos días recuerda alguno de aquellos episodios del Chicago de los años 30. Qué podíamos imaginar hace apenas unos pocos años que Cúcuta podría llegar a esos niveles. La inseguridad es el gran problema de Cúcuta por estos días.
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