Por enésima vez nos aprestamos a presenciar más debates electorales en este país del sagrado corazón. Se avecinan las presidenciales y Congreso de la República. Las inscripciones y modificaciones de listas al congreso culminaron el pasado 18 de diciembre. Para senado, como se ven las cosas, si los aspirantes a estas dignidades no tienen un buen respaldo en otros departamentos, nuestra región corre el riesgo de quedarse sin representación en esta cámara legislativa.
Necesitándose un potencial electoral mínimo de 60 a 70 mil votos para tener alguna posibilidad, no se ve en estos momentos quien de los aspirantes cuente con siquiera el 40% de esa votación en su propio terruño, con excepción de los aspirantes por el centro democrático que arropados en la figura del presidente Uribe solo necesitarían un mínimo de 20 mil votos y el resto lo aportaría el logo del partido. Como se perciben las cosas, los partidos tradicionales perderán escaños en el senado. Por los lados de la Cámara de Representantes, la situación es menos complicada si se tiene en cuenta que impajaritablemente el número de curules son 5 pertenecientes a la circunscripción del Norte de Santander.
Aquí se puede adelantar algún pronóstico de cómo se repartirán las credenciales de acuerdo al dato definitivo de la Registraduría. Me voy a permitir señalar las curules que alcanzará cada partido sin dar el nombre del más opcionado para no herir susceptibilidades. Además es una verdad de Perogrullo, para los analistas de la política, avizorar quienes serían.
Curules fijas: cuatro distribuidas entre el partido liberal, partido conservador, partido de la U y cambio radical. Quedaría una curul que se la estarían disputando el resto de partidos con una opción más cierta del centro democrático sin descartar que el conservatismo o el liberalismo logren la segunda curul. Todo va depender de la “gasolina” que los respectivos candidatos aporten como equipo en la respectiva lista para que se pueda tener la oportunidad, bien de ganar la quinta curul o la segunda por
parte del liberalismo o conservatismo.
Las cuatro primeras curules no tienen discusión si se tiene en cuenta que son de los partidos tradicionales con una maquinaria bien aceitada que les permite asegurar las credenciales para la Cámara de Representantes. De todos modos como lo señalé en mi columna anterior, no hay candidatos novedosos, digo entre los que van a salir, con una ligera excepción de los candidatos por cambio radical que son relativamente nuevos, los demás van por la reelección, lo que quiere decir que es lo mismo y para el departamento vamos a tener lo mismo de siempre. ¡Muy poco!