En los últimos años, las discusiones sobre los temas ambientales y de sostenibilidad han adquirido más fuerza, no solo en foros y cumbres internacionales, sino también en la academia. Neydy Aranzales, ingeniera ambiental de la Universidad Simón Bolívar sede Cúcuta, indica que las Instituciones de Educación Superior (IES) son agentes de cambio, que han tenido que establecer nuevas medidas educativas que se adapten a la formación de ciudadanos y comunidades de aprendizaje con consciencia humana, “más aún luego de la pandemia, donde fue necesario una reestructuración para acoplarse a la situación actual y atender los nuevos retos.”
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De manera paralela, cada vez son más las personas que desean que los centros de formación profesional donde estudian, reflejen sus valores, que adopten una posición firme sobre las cuestiones ambientales y la crisis climática. Esto se evidencia en la encuesta de Princeton Review (2020), según la cual, 2 de cada 3 estudiantes o sus padres querrían tener en cuenta el compromiso del centro de formación o la universidad con el medio ambiente al elegir dónde cursar sus estudios.
“Es allí donde se hace más evidente la necesidad de generar pensamiento crítico y acción en pro del desarrollo sostenible, así como la búsqueda constante de implementar nuevas prácticas en las regiones”, enfatiza la ingeniera. Cabe recordar que los estudiantes son profesionales en formación, por ende, representan una pieza clave de la capacidad social para afrontar los problemas, que en poco tiempo, tendrán incidencia en la toma de decisiones de cara a la sociedad. “En esta medida, todo lo que se haga ahora será importante para el futuro de la región”.
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El potencial para conseguir universidades y sociedades más verdes es enorme. En este sentido, la Universidad Simón Bolívar, está encaminada hacia el modelo de desarrollo sostenible, el cual está orientado a satisfacer las necesidades de la generación presente, sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para compensar las propias; “pero podemos hacer más, para ello es imprescindible alentar constantemente a estudiantes y personal a adoptar nuevos comportamientos, y a los directivos superiores del sector de la educación, a considerar cómo reconstruir mejor”, explica Aranzales.
La Universidad Simón Bolívar tiene implementada la Política Ambiental, alineada con la misión institucional y orientada a las necesidades locales y nacionales en un contexto global, como muestra del compromiso de responsabilidad social y de sostenibilidad con sus grupos de interés y el ambiente:
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