Gilma Torrado no logró ver su sueño cumplido antes de morir: que su nieta Eliana Lizeth Quintero volviera a su casa ubicada en el centro de Cúcuta tras desaparecer hace 15 años.
La abuela de Eliana, falleció este jueves 24 de febrero, a sus 78 años, sin tener ni una sola pista sobre el paradero de su amada nieta, a la que buscó incansablemente junto a su hija María Anyul Quintero.
"El día de su cumpleaños, el pasado 18 de enero, nos enteramos que tenía cáncer de pulmón. No le quisimos decir nada y de ahí ella fue recayendo. El jueves estaba internada en la clínica cuando cerró sus ojos y se nos fue", relató María Anyul.
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Gilma alcanzó a despedirse de sus cuatro hijos antes de dejar salir una lágrima que rodó por sus mejillas y cerrar sus ojos para la eternidad.
"Mi mamá fue mi compañera de vida, estuvimos las dos siempre, vivíamos las dos y me acompañó en la búsqueda que sigo de mi hija. Nosotras no cambiamos ni el número de teléfono con la ilusión que me queda a mí de que algún día me llame mi hija o alguien me diga dónde está", agregó María Anyul.
Y aunque Gilma desconocía su crítico estado de salud, afirmó días antes que no quería morirse, que se levantaría de esa cama para volver a su casa, donde vería llegar algún día a su nieta, la misma que un día le lanzó un beso por última vez. Su esperanza se apagó para siempre.
La Opinión habló con Gilma en agosto de 2021, cuando relató el amargo sufrimiento que vivía por la desaparición de su nieta Eliana, la niña de sus ojos, de la que hasta hoy en día se desconoce qué pasó con ella.