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Cúcuta
La Antesala del Infierno ahora es un espacio relativamente tranquilo
Allí se guardaban drogas, licor y armas, y la prostitución de mujeres era las 24 horas.
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Martes, 31 de Mayo de 2016

Patricio Mora, de 84 años, ha sido simpre un hombre creyente. Quizá por eso, vivir en una avenida conocida antiguamente como la Antesala del Infierno (8A entre calles 14 y 15) nunca lo hizo temblar.

Ha estado 50 años en un pequeño corredor peatonal que en la década de los años 80 era prohibido para cualquier samaritano.

En la Antesala del Infierno se guardaban drogas, licor y armas, y la prostitución de mujeres era las 24 horas. Era un sitio inseguro, la zona de tolerancia.

Era el Bronx de Cúcuta, una guarida donde pernoctaban indigentes y abundaba la basura, recuerda.

“Vi morir a mucha gente por la llegada de gente mala, familias que vendían drogas, pero eso se fue acabando a medida que llegaban familias que no tenían problemas de ley, pura gente buena”, recordó.

Ahora, el sitio, aunque no es un remanzo de paz, sí es un espacio relativamente tranquilo, por la llegada de personas sin vicios.  

Dice Mora que si no fuera por la gente buena que llegó a su comunidad, ahora no podría descansar en el andén de su casa como ahora cuando tiene calor.

“A veces saco un tendido o una colchoneta y me acuesto en el andén”, dice.

Aunque ya nada que queda de la  Antesala del infierno, en 20 años Cúcuta no ha podido eliminar estos focos de inseguridad.

La indigencia

Los indigentes y los expendedores de droga se mudaron a espacios recién mejorados, como el Parque Lineal, en toda su extensión, y  poco a poco han ido regresando al barrio Chino, que queda en el canal Bogotá desde la avenida 7 hasta la 9.  

Aunque la alcaldía transformó la antigua cárcel y construyó un centro comercial en la zona, hay una fuerte presencia de indigentes y consumidores de droga.

Los piperos, que son personas que beben alcohol barato, muestran la peor cara de Cúcuta.

Mora señala que estos sectores podrían recuperarse si pasa lo mismo ocurrió en su comunidad.

“Con el apoyo de la Policía y de los vecinos, pueden hacer migrar a estas personas a otros espacios”, indicó.

Según informaciones de la Policía, en 2015 se desmantelaron 85 ollas de Cúcuta.

Además, se hicieron 135 allanamientos y en todo el área metropolitana fueron capturadas 156 personas.

Este año, han sido desmanteladas 19 ollas de microtráfico, de las cuales 11 permanecían cerca de los colegios.

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