Un diagnóstico nada alentador ofreció el sector asegurador del país acerca de la grave crisis que afronta por las millonarias pérdidas que supone la venta del Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT).

Debido al incremento de la accidentalidad, los fraudes al sistema, las deudas que ha dejado la evasión, la reducida educación vial y el poco control de los gobiernos a los actores en las carreteras, el sector enfrenta una de sus más grandes crisis, alimentada por los motociclistas que son los que más víctimas reflejan.

“El SOAT está en cuidados intensivos”, fue el enunciado de la Federación de Aseguradores Colombianos (Fasecolda), este martes durante una rueda de prensa en la que ofreció un análisis de la crisis que amenaza con acabar el seguro obligatorio por el impacto negativo que ha dejado y que lo aleja del propósito para el que fue creado.

En el primer semestre del año, las pérdidas del ramo asegurador alcanzaron los $137.000 millones de pesos y para cerrar el año 2022, podrían generar un egreso de $322.000 millones de pesos.

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Por esta razón algunas aseguradoras podrían pedir a la Superintendencia Financiera dejar de emitir estas pólizas, porque en el caso de generar tales pérdidas son las compañías las que tienen que suplir el faltante con un aporte de capital, explicó Miguel Gómez Martínez, presidente de Fasecolda.

Una tragedia nacional

Miguel Gómez indicó que en el primer semestre del año fueron atendidos por el Soat 471.000 heridos en hechos viales en todo el país. Siguiendo esa dinámica que arrojan las estadísticas para finalizar el año se podría llegar a los 940.000 heridos este año.

“Es una tragedia nacional porque hay todo tipo de heridos y el país no puede seguir asumiendo este costo y la movilidad no puede hacerse a este costo”, afirmó el representante gremial.

Fasecolda informó que desde hace más de cinco años han venido advirtiendo al Estado acerca de esta problemática que fue dejada en el olvido, aunque el nuevo gobierno parece tener voluntad política para hacerse cargo.

Indicaron que el parque automotor colombiano hoy registra 17.6 millones de vehículos, de los cuales 10.5 millones son motocicletas. Por esta razón, estos últimos son los que más víctimas aportan a las lamentables cifras.

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Según Miguel Gómez, de cada $100 pesos de prima que se recibe por el SOAT de una moto se pagan $174 en siniestros. Además, las compañías de seguros detectaron cobros irregulares al seguro por cerca de $456.000 millones que se denunciaron ante las autoridades competentes.

Estas situaciones de fraude son las que están generando el problema más grave en el sector, ya que aunque la mayoría de las atenciones por accidentes viales no demandan altos costos en los tratamientos, en los casos de cobros indebidos por las Instituciones Prestadoras de Servicios (IPS), las atenciones son infladas hasta llevar a tope la capacidad de cobertura de las pólizas.

También mencionó los casos en los que el asegurado utiliza el Soat para recibir atenciones por accidentes domésticos o por otras casusas que no tienen ninguna relación con el vehículo protegido por el seguro obligatorio.

En lo que corresponde a la evasión, el presidente de Fasecolda citó estadísticas según las cuales de los 17.6 millones de vehículos que circulan en el país solo 9.3 billones cuentan con un Soat vigente, es decir un 47% evade el cumplimiento de la obligación.

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De ese universo de 17.6 se cuenta que 10.5 millones son motos y en el 87% de los accidentes de tránsito con lesionados, hay una motocicleta involucrada.

Las motos nuevas son más siniéstrales

Del análisis que ofreció el gremio asegurador se deriva la siniestralidad que tienen las motocicletas nuevas y lo atribuyen a la poca pericia de quien las conduce. Estiman que al menos el 20 por ciento de los nuevos usuarios de motocicletas podrían tener un accidente tránsito en el primer año.

Evalúan que ese comportamiento se reduce  pasados alrededor de tres años de uso, porque ya hay mayor destreza y adaptación a la moto, pero tiende a aumentar cuando ya la máquina comienza a sufrir el deterioro de su vida útil, por uso y desgaste. 

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De desaparecer la figura del Soat las víctimas de accidentes de tránsito tendrían que quedar a merced de los servicios que brinda el sistema de salud, por medio de las Empresas Promotoras de Salud (EPS) y todo lo que implica este tipo de asistencia.

 “Este modelo de aseguramiento permitió superar, para los heridos en accidentes de tránsito, el inhumano paseo de la muerte. El seguro que salva vidas, está en cuidados intensivos”, expresó el presidente de Fasecolda.

Recordaron que este es un seguro obligatorio establecido por Ley con un fin netamente social. Su objetivo es asegurar la atención, de manera inmediata e incondicional.

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