La confianza con la que Alberto Contreras, gerente de Biotecnocol, explica la elaboración de productos orgánicos y sus excelentes resultados ha sido tal vez uno de los factores claves para que algunas asociaciones de reciclaje lo consideren hoy como un aliado para mejorar las condiciones de trabajo de sus colaboradores e impulsar los procesos de aprovechamiento.

Unos 50 kilómetros separan la finca de Alberto de la recuperadora Ecostretch y Plásticos, de Germán Galindo, quien ha encontrado en los plásticos una alternativa de industrialización. Ellos comparten el interés de impulsar el reciclaje como un sector que genere empleo de la mano con el cuidado del medioambiente, tal como lo vienen desarrollando muchas asociaciones en la ciudad.

Los primeros pasos

Tanto Alberto Contreras como Germán Galindo tienen claro el concepto de economía circular, cuyos fines son reducir el consumo de recursos, aumentar la durabilidad de los productos y servicios, y reducir la generación de residuos. Bajo estas premisas han cimentado sus ideas de negocio y han logrado crear alianzas estratégicas con algunas asociaciones de reciclaje.

Antonio Osorio, gerente de la Asociación de Recicladores de Norte de Santander (Arenorte), es uno de los líderes del sector de reciclaje en Cúcuta que ha decidido trabajar de la mano con Ecoestrecht y Biotecnocol, debido a que con la creación de productos de construcción en madera plástica se podrían edificar las viviendas para los mismos recuperadores de esta asociación y además se podría empezar a incursionar en otros negocios verdes como los orgánicos.

Así mismo, Robinson Garzón Ospino, vocero de la Asociación de Recicladores Yariguíes (Areya ESP), considera que es importante llevar a las asociaciones hacia procesos industriales. En la actualidad, su organización implementa distintas estrategias para aumentar la recolección de materiales aprovechables en la ciudad, como la puesta en marcha de seis macrorrutas donde logran recoger cerca de cuatro toneladas diarias de este material, lo que aporta de manera significativa a esta actividad, debido a que en las microrrutas se recolectan un máximo 200 kilos por reciclador.

Su organización proyecta entre 2021 y 2022 adquirir la estructura necesaria para la transformación y lograr fabricar elementos de madera plástica y de aseo.

Alianzas estratégicas

Por un lado, Ecostretch es una de las organizaciones que está elaborando productos a base de madera de plástico como vigas, estibas y postes. Además, cuenta con un certificado de calidad del Laboratorio de Resistencia de Materiales de la Universidad Francisco de Paula Santander (UFPS).

Con esto se podría reemplazar el uso de madera y aluminio en sectores como la construcción e impactaría de manera positiva el medio ambiente.

En el caso de los orgánicos, la empresa Biotecnocol le está apostando al cultivo de la mosca soldado negro, la cual se perfila como uno de los negocios más rentables del sector agropecuario.

El cultivo de la mosca soldado negro puede desarrollarse de manera artesanal e industrial. Por su elevado contenido de proteína (42%), las larvas del insecto pueden satisfacer totalmente los requerimientos nutricionales de aves, peces y otros animales de corral, asegura Alberto Contreras.

Agrega que en condiciones apropiadas, el ciclo de vida de este animal es de 35 a 36 días, donde desde los 16 de nacido las larvas pueden ser recolectadas para alimentar animales o para ser procesadas en la fabricación de alimento concentrado.

En su finca también se ha dedicado a reutilizar los residuos de frutas como conchas y cáscaras, con las cuales ya fabrica harina de consumo animal.

¿Hacia dónde van las asociaciones de reciclaje?

Nini Yohanna Bohórquez Galvis, gerente de la Asociación de Recicladores de Cúcuta (Asorecu), asegura que la conformación de asociaciones en la ciudad ha logrado dignificar el oficio del reciclador y ha impactado de manera positiva la cultura de separación de residuos sólidos entre los ciudadanos.

Bohórquez reconoce la evolución que ha tenido el sector de recuperación en la ciudad en cuanto a organización y formalización del oficio, donde han creado rutas de recolección, y han capacitado a los recicladores en distintas áreas como atención al cliente y manejo de residuos sólidos.

De otro lado, Carlos Castillo, representante de la empresa Castillo Esmoence, indica que esta actividad no fue ajena a los efectos negativos de la pandemia, donde el receso de muchos restaurantes los llevó a buscar otras alternativas como convenios con empresas locales para poder recolectar residuos sólidos con sus colaboradores.

Agrega que dentro de los planes de su organización está contar con los recursos necesarios para tener una planta procesadora de plástico y así poder mejorar el precio de la materia prima a los recicladores.

De igual manera, considera que uno de los principales retos que se tiene es lograr contar con el respaldo del gobierno en el cumplimiento de las distintas normas que apuntan a la recolección, tratamiento y aprovechamiento de distintos tipos de residuos.

Martha Cecilia Pedraza, representante legal de la Asociación Ambiental de Aseo y Reciclaje -Renacer-, indica que una de las apuestas que tiene su organización es la realización del proyecto que se encuentra en estudio por parte del Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio, con el cual se busca crear herramientas que mejoren los proceso y los lleve a fabricar un producto desde la asociación. De esta manera, se quiere mejorar los ingresos de los recicladores y su calidad de vida.

La Mesa Técnica de Aprovechamiento

La Subdirección de Gestión y Supervisión de Servicios Públicos de Planeación Municipal y la Secretaría de Gobierno de la Alcaldía de Cúcuta lideran desde el 2020 la Mesa Técnica de Aprovechamiento en la que se vincularon 13 asociaciones de reciclaje de la ciudad y cuya primera fase dejó un censo de 873 recicladores de oficio en estas organizaciones.

Los encuentros de esta mesa se han llevado a cabo de manera virtual, donde han resultado compromisos como la capacitación en presentación de proyectos de aprovechamiento a la plataforma del Departamento Nacional de Planeación (DNP) por medio de la Metodología General Ajustada (MGA), por parte de funcionarios del Departamento Administrativo de Planeación Municipal (DAPM), señala Marcela Rodríguez Camacho, subdirectora de Gestión y Supervisión de Servicios Públicos.

Rodríguez resalta que dentro de las apuestas de la administración municipal sobre este aspecto, está la actualización del Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos -PGIRS-, el desarrollo e implementación de los programas destinados al aprovechamiento, separación en la fuente, educación ambiental, implementación de procesos de economía circular en proyectos verdes y caracterización de residuos del municipio, el cual se viene adelantando en el primer trimestre de 2021 en alianza con la agencia de cooperación alemana GIZ.

Dentro de estos programas, destaca el Comité Técnico de Economía Circular, el cual fue creado por la Alcaldía de Cúcuta con el fin de formular estrategias de educación y comunicación relacionadas con el aprovechamiento de los residuos, por medio de la separación en la fuente y la recolección de estos elementos en rutas selectiva. 

De igual forma, el Comité de Economía Circular busca optimizar el uso de insumos, incrementar la vida útil de los productos y por medio de la recirculación de materiales, evitar el desperdicio de estos. Con esto, las empresas mitigan sus impactos ambientales, optimizan sus costos, generan nuevos ingresos e incrementan su rentabilidad.