La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
+ Deportes
Andrés Hernández, un ‘Ironman’ cucuteño de grandes retos
Esta figura del triatlón participó en el Ironman 70.3, en EEUU, y recientemete fue tercero en el Nacional.
Authored by
Image
Omar Romero - Periodista de Deportes
Omar Romero Güiza
Sábado, 2 de Abril de 2016

"La vida está destinada a ser un reto, porque los desafíos te hacen crecer". Tomando esta frase del campeón mundial de boxeo el filipino Manny Pacquiao, el cucuteño Andrés Fernando Hernández Jaramillo le dio un giro a su vida que lo cambió para siempre.

Andrés, o ‘Manzano’, como lo llamaban  de niño sus amigos y compañeros del colegio Domingo Savio, el Calasanz y el Seminario Menor San José de Cúcuta, donde cursó los estudios de primaria y secundaria.

Hace 19 años se fue a vivir a Bogotá a estudiar en la Universidad  Externado de Colombia, Gobierno y Relaciones Internacionales.

Después de graduarse se fue a aventurar un año a  Francia, de donde regresaría para trabajar con el Ministerio de Hacienda y Crédito Público, en la Dirección de Apoyo Fiscal (DAF).

Aparte de ello, es catedrático en la Externado en temas financieros y presupuestales de las entidades territoriales.  

Pero más allá de un profesional connotado, es un deportista consagrado, aunque lo hizo más por salud y el bienestar de su familia.

Hace 15 días, el cucuteño de 38 años fue tercero en el Nacional de triatlón por edades  70.3 de distancia estándar, que se disputó en el Lago Calima, en el Valle del Cauca.

Andrés compitió en la categoría (35-39 años), deporte que desde hace seis años y le dedica de lunes a viernes dos horas diarias y los fines de semana hasta cuatro, para las distancias largas.

“Siempre hay que madrugar, entre semana, a las 5:00 de la mañana  hay que estar entrenando, para lograr cumplir con el resto de asuntos en el día”, dijo el nortesantandereano. 

Afirmo que “el apoyo familiar y en especial de mi esposa ha sido fundamental, sin eso ella no podría hacer nada, y la fortaleza mental que consigo por hijos, Matías y Valeria  también ha sido importante (para alcanzar las metas de este hombre de acero)”.

Por una vida sana en familia
 
Pero, ¿cómo llegó Andrés a convertirse en el 'Ironman' nortesantandereano, qué lo motivó a experimentar en un deporte tan exigente y riguroso?

“En 2011, antes del nacimiento de mi segundo hijo entendí que me estaba excediendo de peso. Estaba por arriba de los 100 kilos, algo que me preocupó y el médico sencillamente me dijo: “quiere disfrutar a
su familia y sus hijos, entonces debe cambiar los hábitos, y  costumbres alimenticios y procurar hacer algo de deporte”, relató Andrés Hernández.

Hoy, pesa 77 kilos.

Indicó que no fue nada fácil, pues acostumbrado a comer de todo, parecía una tarea imposible, pero en su mente estaban sus hijos, Matías, Valeria y su esposa sus más preciados tesoros, así que no tuvo otra alternativa que intentarlo.

“Con esto en mente, comencé como lo hacen todos los que pasamos por ese episodio en nuestras vidas: dieta, y caminar un poco en las mañanas. Empezar fue difícil, pero el asunto fue mejorando poco a poco, y así empecé a disfrutar y hacer ejercicio, tanto así que corría cuanta carrera 10K salía”, dijo Andrés.

Primer obstáculo

No obstante, la alegría no duró mucho a pesar de que los resultados de bajar de peso estaban dando sus frutos.

La fatiga muscular hizo mella en el cuerpo de Andrés. “Por mi sobrepeso comenzaron los dolores en la rodilla derecha, razón por la tuve que dejar de trotar, pero  por cosas del destino apareció la bicicleta en mi vida”, comentó.

Recordó que “mi primera salida en ‘bici’ fue subir el Alto de Patios (al noriente de Bogotá), un ascenso de 6.5 kilómetros desde la carrera 7, con calle 84, hasta el peaje que limita con La Calera. Logré subir sin bajarme de la bicicleta, creo, que en 42 o 44 minutos, fue toda una proeza hacerlo y lograrlo en el primer intento, sobre todo  teniendo en cuenta mi peso que por entonces rondaba los 90 kilos.

Aunque el esfuerzo fue duro, para Andrés fue como si Nairo Quintana ganara el Alpe D’huez en el Tour de Francia, el Tourmalet, o el Grand Galibier.

Al ver que el ejercicio en la bicicleta era más cómodo, Andrés quería dar más y bajar rápido para sentirse mejor.

Así, entre 2012 y 2014, le dio por incursionar en el ciclomontañismo haciendo travesías por las trochas de los municipios de Cundinamarca y otras zonas del país, siempre como recreativo.

Hasta que cierto día, “en noviembre de 2014, me fui a Costa Rica a hacer la Ruta de los Conquistadores una travesía de tres días saliendo desde la costa pacífica y atravesando el país hasta llegar al mar caribe.

Más de 200 kilómetros de barro hasta las rodillas, pasando por todos los pisos térmicos”, describió Andrés.

Anotó que “hasta ese momento nada se podía comparar en el grado de dificultad de lo que había hecho, desde luego por ser una de las competencias más duras e importantes del ciclomontañismo en el mundo, los elite la ganan”.

Y haciendo honor a su estirpe motilona de guerrero, “nosotros los mortales debemos ir y participar con la consigna de siempre terminar… al final es la cabeza la que nos empuja a lograr y alcanzar esas metas que a veces el cuerpo solo no podría hacerlo”, narró Hernández.

Un sueño mayor, el triatlón

Después de la aventura por tierras ticas, cual “Quijote de la Mancha”, en su rocinante de acero, Andrés creyó que podía dar más, que tenía potencial para llevar más lejos su condición física.

“Quedé con ganas de hacer más, cosas  más desafiantes, y  por eso en diciembre de 2014 empecé hacer triatlón, arranqué nadando, y debo decir que no era capaz de atravesar una piscina de 25 metros, tanto así que en las primeras clases no hacía más de 500 metros , hoy alcanzo a hacer 2.700 metros en una hora”, otro asalto que le ganó al deporte.  

Así, Andrés o ‘Manzano’, inició un nuevo capítulo deportivo en su vida. Combinó la bicicleta, con la natación y de nuevo retomó el atletismo.

“En enero del año pasado comencé a trotar, y la pasé fatal, no lograba correr de manera continua más de dos o tres kilómetros, pero me propuse asistir en abril de ese año a mi primer triatlón de distancia olímpica en San Andrés Islas”.

A esa prueba llegó sin ninguna experiencia, en la que debía recorrer un trayecto de 1.600 metros de natación en aguas abiertas, 40 kilómetros de ciclismo y 10 de atletismo, la cual cubrió satisfactoriamente.

“Terminé  la competencia, y me supo a gloria el paso por la meta, porque los calambres que sentía en ese momento,   fueron tremendos por la transición de la bicicleta al atletismo, mientras el cuerpo se acostumbraba”, señaló.

Envalentonado por la pequeña hazaña, se inscribió en el Ironman 70.3,  en de Miami (EE.UU.), donde no dudó un segundo en ir, aunque fue una experiencia difícil espera repetirla de nuevo este año.

“En este triatlón las distancias se doblan con respecto a la distancia corrida en San Andrés, es decir, son 1.900 metros de de natación, 90 kilómetros de ciclismo y 21 de atletismo”. subrayó. 

No obstante, no importó eso, “el Ironman de Miami fue duro, el clima, el sol, tuve problemas estomacales, y los calambres me dieron duro en el recorrido”. Pero, “como siempre sucede, todo aquel que entra en este mundo quiere más”, subrayó el triatlonista nortesantandereano.

Temas del Día