Norte de Santander ha sido históricamente una de las regiones del país que más y mejores generaciones de basquetbolistas promueve cada año, y muchos de ellos empiezan a ganarse el respeto en el ámbito nacional jugando el Campeonato Nacional Pasarela, un certamen que reúne los mejores jugadores menores de 13 años de todo el país, y en donde empiezan a deslumbrar las estrellas del mañana.
Con ese objetivo, y con el deseo de sumar un nuevo título para el departamento, viaja este sábado a Cali la selección nortesantandereana de baloncesto, categoría pasarela (no mayores de 13 años), que participará en el campeonato nacional que cierra la temporada 2017.
Doce basquetbolistas, el cuerpo técnico y algunos padres de familia que acompañarán la delegación, llevarán a la capital vallecaucana todas sus ilusiones y su espíritu competitivo, con la aspiración de pelear el título y dejar el alto el rojinegro nortesantandereano.
El entrenador de la selección, Edward Agelvis, sabe por experiencia que no será un torneo fácil, y que, así como ellos; hay otras selecciones que llevan casi medio año preparándose para esta cita, la más importante de la categoría.
“Las expectativas que llevamos pasan por obtener los mejores resultados en Cali. Este campeonato nacional siempre es muy fuerte, y Valle del Cauca será la selección local, lo que la ubica como una de las favoritas. Este campeonato es fundamental en la formación de los niños para que sigan creciendo a futuro”, afirmó ayer el entrenador durante una de las últimas prácticas del equipo antes de viajar.
Para soñar con el título Norte de Santander deberá ser superior a todos sus rivales, pero las selecciones más peligrosas, con las que deberán estar más concentrados, serán Valle del Cauca, fuerte por la localía y la altura de sus jugadores; así como Atlántico y Cundinamarca, conocidos por tener deportistas más bajos pero muy rápidos y agresivos.
La culminación de un proceso
Los niños llevan cinco meses preparándose para este campeonato, basando el proceso selectivo en dos torneos: un departamental organizado por la liga, y el Pony Baloncesto, certamen de carácter nacional del que participaron con sus clubes.
De ahí se reunió un grupo de 28 deportistas que se fue depurando hasta lograr engranar el equipo que nos representará en este importante torneo.
El éxito de este proceso formativo que ahora empieza a probarse en el ámbito competitivo ha sido, sin lugar a dudas, el apoyo incondicional que los muchachos han tenido de los padres de familia, responsables de la disciplina que hoy muestran cuando saltan a la cancha.