El 2022 ha sido un año de particular para el sector caficultor en el país. El valor de la cosecha alcanzó una cifra record, superó los $14 billones, gracias al repunte en el precio interno registrado durante los últimos dos años, al mismo tiempo, han enfrentado el efecto de la intensa temporada de lluvias del Fenómeno La Niña y que generó que la producción cafetera cayera 10 % durante lo corrido del año con respecto a 2021.

Roberto Vélez, gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, dijo durante el Congreso Nacional de Cafeteros que, aunque el año ha sido muy positivo, hay unos retos que afrontar si se quiere mantener la buena senda cafetera.

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“La reducción en la producción en años recientes se ha dado por efecto del cambio climático (en este caso intensas lluvias acentuadas) y un bajo nivel de renovación, ambos retos importantes a futuro, pues de esta última práctica depende en buena medida mantener un volumen de producción estable y mejorar los indicadores agronómicos, como el de productividad”, aseguró Vélez.

Explicó que el ideal sería poder renovar ese 10% necesario anual para mantener la producción actual, pero dijo que este año no se alcanza a llegar a las 60 mil hectáreas renovadas (Colombia tiene cultivadas unas 855.000 hectáreas), y que cuando se acumula porcentaje eso se refleja en atraso y a estos momentos el país presenta más o menos un año de atraso en renovación. 

“Es un panorama preocupante, pero la razón ha sido falta de recursos y lo otro que no ha ayudado han sido los buenos precios, porque cuando hay árboles viejos, pero siguen produciendo y los precios es tan buenos, pues la gente no los tumba”, manifestó el directo quien entregó el balance de año 2022.

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En materia de precios, las estimaciones de producción bianual alta en Brasil hacen prever una baja en el precio internacional y consecuentemente el precio interno, de ahí que apostar por la calidad y la sostenibilidad, con las consecuentes primas, sean para los productores una buena oportunidad para blindarse de altibajos en los precios.

“En ese sentido, sigue siendo un reto que la industria global reconozca a los productores un ingreso no solo digno para garantizar la sostenibilidad de toda la cadena, sino que les permita prosperar. En las épocas de altos precios como la actual, es crucial que los productores honren sus compromisos de entregas a futuro, pues eso garantiza la estabilidad financiera del Fondo Nacional del Café (FoNC)”, dijo Vélez.

Buen año cafetero 

Entre enero y septiembre, el precio promedio de compra pagado por la FNC a los productores superó los $2.440.000 por carga, el más alto de la historia, y se les pagaron primas de cafés especiales por $32.684 millones.

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La comercialización de cafés producidos bajo estándares de sostenibilidad en 223.643 fincas se tradujo en primas y reliquidaciones por $35.955 millones.

En cuanto a las exportaciones a octubre alcanzaron 3.748 millones de dólares, 36,7% más que en el mismo periodo de 2021.

Además, se establecieron relaciones con 49 clientes nuevos y se abrieron 3 nuevos mercados (Kuwait, Vietnam y Malta), para un total de 41 destinos y 204 clientes a septiembre. Esto se tradujo en la venta de 1,4 millones de sacos de 60 kg por más de USD 490 millones, 34% más que en 2021, en particular por 102% más ventas en Colombia y Centro y el resto de Sudamérica.

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