“El cliente primero” no es un slogan, sino una filosofía, una disciplina y una cultura de trabajo. Escuchar, aprender y actuar, son los compromisos que resultan esenciales para forjar alianzas duraderas y profundas, la práctica de todos estos factores convertirá esta premisa en una realidad. Ante esto Emilio Madero vicepresidente regional de Marketing & Operaciones de Venta de Lumen Technologies da las pautas para lograrlo.
¿Cómo se define la “experiencia del cliente” ?, Como percepciones, tanto conscientes como subconscientes de su relación con la compañía y como resultado de todas las interacciones. “No se toma la decisión de compra sólo porque el producto o servicio resulte bueno, sino como consecuencia de la experiencia en cada etapa del proceso” Expresó Madero.
En un mundo globalizado, un solo intercambio positivo o negativo puede cambiar totalmente su percepción respecto a la organización.
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¿Cómo trabajar en la experiencia del cliente?
A través de una investigación exhaustiva sobre los puntos de contacto del cliente, se logran establecer los principios fundamentales, que explican cómo transformamos su experiencia. Esto se resume en tres aspectos:
- Cumplir nuestras promesas.
- Comunicar y dar respuestas.
- Facilitarles las cosas en todo momento.
Cada interacción cuenta
Todas las interacciones cuentan y la excelencia en la experiencia del cliente de punta-a-punta, junto con un programa de retención, son elementos clave para alcanzar el crecimiento de la organización.
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Toda esta cultura del comportamiento centrado en el cliente se apoya en un conjunto de impulsores clave: nuestros colaboradores. “Día a día debemos mejorar también la experiencia del capital humano con programas que incentiven el compromiso, el liderazgo y la colaboración” afirmó el vicepresidente.
Sumar la escucha activa a los colaboradores proporciona una visión 360º: permite comprender el recorrido interno y externo e identificar cualquier complejidad en las relaciones con la empresa. Una excelente experiencia de los colaboradores asegura una mejor experiencia para los clientes, en tanto y en cuanto los primeros se transforman en protagonistas de este “viaje”, sin importar a qué área puntual pertenezcan dentro de la compañía.
Finalmente, “Entender al cliente es ponerse realmente en sus zapatos con el máximo nivel de empatía: qué sienten y cuáles son sus desafíos, deseos y necesidades. Alcanzar esa profundidad nos deja mejor preparados para diseñarles experiencias memorables” concluyó.
Con información de Lumen*
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