De los 6.000 hornos de coque que hay en Cúcuta, alrededor de 3.500 están apagados, los cuales entraron en paralización desde hace varios meses, por la caída en los precios internacionales de este producto industrial, durante 2023.
Las instalaciones de coquización apagadas se encuentran en el corregimiento San Faustino, vía al corregimiento Ricaurte, Porvenir, sector de las curtiembres, Peracos, 20 de Julio y Urimaco.
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Estos datos fueron revelados a La Opinión por la gerente de la Asociación de Coquizadores de Norte de Santander, Angélica León, quien expresó que es innegable que la situación ambiental que vive Cúcuta presenta desafíos significativos, pero subrayó que es fundamental no caer en simplificaciones que puedan desviar la atención de las verdaderas causas del problema.
“Es importante destacar que la industria del coque no es la responsable de la contaminación atmosférica que enfrentamos. Es un hecho que el fenómeno es parte de una compleja interacción de factores naturales que afectan la calidad del aire, especialmente durante esta época del año”, afirmó León.
La líder gremial destacó que la Corporación Autónoma Regional de la Frontera Nororiental (Corponor), anualmente, solicita los análisis isocinéticos a las plantas coquizadoras, los cuales miden las emisiones de material particulado.
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“Es fundamental resaltar que el sector está cumpliendo con dicha exigencia, demostrando su compromiso con el respeto normativo y la protección del medio ambiente”, enfatizó.
León agregó que, además, en el Plan de Calidad del Aire de Cúcuta-Región se encuentran las líneas de acción multisectoriales para implementar antes, durante y después de las contingencias por episodios críticos de contaminación atmosférica, en el área metropolitana, que permitan proteger la salud pública.
Ese proyecto es desarrollado con el apoyo de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (Cosude) y la participación de Corponor, Alcaldía de Cúcuta, Gobernación y los ministerios de Ambiente y de Salud, entre otras entidades.
La producción se redujo 70%
La gerente de Asocoquizadores sostuvo que, el pasado viernes, Corponor los citó y les propuso que las coquizadoras trabajaran al 40% de la producción.
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Sin embargo, después de informales que la mitad de los hornos está apagado, se acordó, mediante la Resolución N°125, que las plantas en funcionamiento implementaran un cambio en el ciclo de producción, pasando de 48 a 72 horas, reduciendo el 70% de la producción de coque.
También, el gremio convino que Control y Vigilancia de Corponor iniciara las respectivas visitas a las plantas para verificar el cumplimento de la resolución, lo cual ha venido desarrollando la entidad.
“Siempre hemos estado dispuestos a colaborar en la protección del medio ambiente; por ello, el año pasado, solicitamos la creación de una mesa de trabajo exclusiva para el sector coquizador, reconociendo las particularidades de nuestro proceso productivo, para encontrar soluciones integrales ante las causas de la mala calidad del aire en nuestra región”, apuntó Angélica León.
Lamentó que esa iniciativa solo tuvo una sesión. No obstante, reiteró su compromiso de contribuir de manera activa en la búsqueda de soluciones a los problemas ambientales.
En ese sentido, en 2023, firmaron un convenio con la Universidad Francisco de Paula Santander (UFPS), con el fin de establecer bases para una cooperación en investigaciones, en aras de mejorar los procesos productivos de esta industria y ser más competitiva.
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La realidad del mercado
De acuerdo con un reciente balance del sector, presentado por el presidente ejecutivo de Fenalcarbón, Carlos Cante, las exportaciones de coque colombiano, el año pasado, se acercaron a las 4 millones de toneladas (MT), que significaron una disminución del 9% respecto a 2022
Las principales empresas exportadoras en el período fueron: Milpa, Carbocoque, Trafigura, Carbones Andinos, Carbomax, Excomin y Minex, las tres últimas con operaciones en Norte de Santander.
Los destinos con más peso fueron: Brasil (1,68 MT), India (0,59 MT), Irlanda (0,50 MT) y Turquía (0,42 MT).
México dejó de ser uno de los principales destinos de exportación (13% de estas exportaciones), impactado, fundamentalmente, por el cierre de Altos Hornos de México (Ahmsa), que producía el 15% de la producción de acero mexicano, y que importaba más de 130.000 toneladas al año de coque desde Colombia, volúmenes que representaban el 25% del total de coque enviado a ese país, de acuerdo con Carlos Cante.
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