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Economía
Habría racionamiento de energía en el inicio de 2025, si no se recuperan los embalses en los próximos meses
En los próximos meses, podría ocurrir un apagón en el primer trimestre de 2025. ¿Para qué sirve el cargo por confiabilidad?
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Colprensa
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Lunes, 11 de Noviembre de 2024

El reciente mantenimiento al que fue sometida la planta de regasificación de Cartagena no tuvo complicaciones, al punto que la resolución del Ministerio de Minas y Energía en la que se declaró de manera preventiva un racionamiento programado de gas, finalmente, no tuvo que aplicarse.

Al término del procedimiento, ejecutado entre finales de octubre e inicios de noviembre, en su cuenta de X, el jefe de la cartera de Energía, Andrés Camacho, anotó: “Sin un solo segundo de racionamiento, culminó el mantenimiento de la regasificadora. Agradecimiento especial a los equipos del sector tanto público como privado que trabajaron por meses para llevar a cabo esta maniobra”.

En ese sentido, vale anotar que la gestión de los generadores térmicos de electricidad (Termoflores y Termobarranquilla), para asegurar el suministro de 130 millones pies cúbicos de gas para su operación durante el mantenimiento de ragasificadora, evitó que estas unidades se apagaran y pudieran seguir produciendo la electricidad para los usuarios de la Costa Caribe.

“Durante el mantenimiento de la regasificadora las térmicas contribuyeron a mitigar riesgos de desatención de la demanda eléctrica en el Caribe con una generación superior a 650 megavatios. Son un activo que contribuye a la diversificación y resiliencia de la matriz energética”, destacó por su parte el gremio Andeg.

Si bien este episodio terminó sin traumatismos, ahora se espera la recuperación de los embalses para alejar el fantasma del apagón, escenario que el gobierno de Gustavo Petro descarta en lo que resta de 2024 y, obviamente, el año que viene.

“Contamos con todas las cifras, los números y la garantía para asegurar que en el 2025 no tendremos ninguna dificultad para el abastecimiento de gas”, enfatizó el ministro Camacho.

No obstante, admitió que, en un escenario hidrológico normal, el faltante podría ser de alrededor de 50 millones de pies cúbicos.

“Si las condiciones hidrológicas fueran críticas, hay entonces un faltante aproximadamente de 64 millones de pies cúbicos, ambas situaciones podrían ser atendidas por la contratación excedentaria que el gestor del mercado está determinando y que pasa de los 68 millones de pies cúbicos”, añadió el funcionario.


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Los embalses en Colombia

Aquí vale mencionar que, en el último mes, según XM, el nivel de las represas subió 6,41 puntos, pasando de 51,19% el pasado 7 de octubre a 57,6% el 7 de noviembre. En un rango levemente superior están los principales embalses antioqueños (59,41%).

El pasado jueves, la represa de El Peñol, en el Oriente antioqueño, estaba en el 59,5% de su capacidad; Playas se ubicaba en el 64,9%; Porce II en el 79,5%, Porce III en el 82,9% e Ituango en el 45,3%.

Para los analistas económicos de Bancolombia, “seguimos dependiendo del clima”, a la vez que advirtieron que, sin un aumento significativo de lluvias en los próximos meses, se podría presentar un racionamiento de energía en el primer trimestre de 2025.

En ese contexto, explicaron que la demanda promedio del Sistema Interconectado Nacional (SIN) entre enero y septiembre se ubicó en 224,69 gigavatios-hora, y septiembre fue el mes con la mayor demanda, con 228,75 gigavatios-hora.

Además, la demanda, en lo que va de 2024, es superior a la proyección del escenario superior, 223 gigavatios-hora, de la Unidad de Planeación Minero-Energética (Upme).

Las simulaciones de los investigadores económicos de Bancolombia muestran que en un escenario de estrés asociado a la época de sequía y asumiendo que no hay expansión en la capacidad de generación, la energía producida sería insuficiente en 2025.

Los expertos mencionan que hay una probabilidad del 60% de ocurrencia del fenómeno de La Niña, (que se estima será débil y hasta febrero de 2025), pero no se debe descartar la materialización del escenario de estrés, más aún, teniendo en cuenta unos niveles de reservas hídricas históricamente bajos.

El pasado 30 de octubre, las reservas se ubicaron en mínimos históricos de los últimos 20 años (55,2%), muy por debajo del promedio habitual de octubre 2013-2023 del 72,9%. Desde abril de 2023, con excepción a junio de 2024, el caudal mensual no ha superado el promedio histórico y esto se suma que aún no se ha sentido el efecto de La Niña, pues el caudal de octubre fue el 61,7% del promedio histórico.

“Hay un riesgo de racionamiento en el primer trimestre de 2025, si no se recuperan los embalses en los próximos meses, dado que diciembre es el comienzo del verano el cual se extiende hasta marzo-abril”, enfatizó el grupo de investigadores económicos de Bancolombia, liderados por Laura Clavijo.

Esfuerzo de los usuarios frente a un racionamiento

La Liga Nacional de Usuarios de los Servicios Públicos Domiciliarios dijo que para hablar de las bondades del sistema eléctrico nacional hay que empezar por reconocer el enorme esfuerzo de los usuarios, que, vía tarifa, pagan desde 1996, cargo por capacidad y desde 2006, cargo por confiabilidad.

Este último corresponde hoy a $68 por kilovatio hora del componente generación, cifra que respalda la generación térmica en los períodos de escasez del recurso hídrico, es decir, que son $80 billones recaudados durante los años en los que se aplica el llamado cargo por confiabilidad.

 “Así es que estamos ante un derecho de los usuarios de energía en Colombia, que las instituciones den plena garantía a la continuidad del servicio, con planificación oportuna, preventiva y suficiente para el mediano y largo plazo. No es justo que los usuarios estén expuestos a cualquier riesgo de racionamiento, cuando han cargado con la obligación de pago de la planeación de mediano y largo plazo”, anotó Javier Gavira, presidente de la Liga.


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El dirigente destacó que voceros autorizados de los gremios del sector, investigadores, académicos y exministros han advertido que la situación del suministro del servicio se encuentra en riesgo, por el escaso margen entre la oferta y la demanda. La certeza del suministro confiable y firme también es un derecho del usuario.

Apoyados en estudios juiciosos y análisis de condiciones de escasez del agua por prolongación del fenómeno de El Niño, y del descenso de gas nacional disponible, por las limitaciones que el actual gobierno ha puesto a la firma de nuevos contratos de exploración y explotación, esas voces autorizadas le han insistido al Gobierno Nacional que obre para resolver la entrada en operación de nuevos proyectos.

“Es claro que estos voceros tienen razones para anunciar que sí estamos ante una situación crítica que puede llevarnos a un racionamiento. Ante tal grado de crisis, quedan aún más agravadas las condiciones de los usuarios, pues el gas importado puede encarecer las tarifas hasta en un 30% más como lo ha advertido el gerente de Promigas”, añadió.


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Lo anterior también constituye una paradoja, porque no se compadece con los nuevos hallazgos que bien pueden soportar la demanda nacional para los próximos cuarenta años. “Trabajar por nuestra soberanía energética, tiene que ser la vocación democrática de quienes son responsables de administrar la política pública”, concluyó Gaviria.

La hora pico, la clave de la energía

Los analistas de Bancolombia explican que la potencia máxima horaria es el valor más alto de demanda eléctrica observado en una hora específica de un día. Este indicador es crucial para garantizar que el sistema eléctrico tenga suficiente capacidad de generación, transmisión y distribución para cubrir los momentos de mayor consumo sin fallos.

Además, ayuda en la planificación operativa y puede influir en los costos, ya que los picos de demanda suelen requerir el uso de tecnologías más caras. En Colombia, la demanda máxima es a las 7 de la noche (4,7% de la demanda total diaria entre enero y septiembre 2024).


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