El reciente anuncio del Reino Unido de pedir visa para los colombianos ha generado preocupación en el sector turístico, especialmente en un momento en el que el turismo global busca recuperar los niveles de prepandemia.

Aunque los turistas británicos ocupan el cuarto lugar mundial en gasto, con un aporte significativo de 110.000 millones de dólares, el Reino Unido no figura entre los destinos más deseados por los colombianos.  

Según Paula Calle, presidente ejecutiva de la Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo (Anato), el Reino Unido es el séptimo país más visitado a nivel mundial, recibiendo 37 millones de turistas en 2023, lejos de los 100 millones que posicionan a Francia como líder. 

A pesar de la relevancia económica de los turistas británicos, este mercado no se encuentra entre los diez principales destinos de interés para los colombianos. En cambio, “Costa Rica lidera con un crecimiento del 38% en visitantes colombianos, seguido por México con un aumento del 17%”.

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Un obstáculo que no frena al viajero

Aunque la imposición del visado supone un reto logístico, Calle considera que no será un impedimento significativo para que los colombianos viajen al Reino Unido. 

“Un ejemplo es el caso de Estados Unidos, que también exige visa a los colombianos y, aun así, mantiene un flujo constante y robusto de viajeros provenientes de Colombia”, dijo Calle durante el 5 Encuentro de Turismo Receptivo, en Armenia. 

La clave, según la dirigente gremial, será garantizar una correcta planificación y asesoría a los turistas para cumplir con los tiempos de trámite.  

Sin embargo, el impacto inmediato se siente en las agencias de viajes. Muchas de estas ya habían vendido paquetes turísticos al Reino Unido para las vacaciones de Navidad y Año Nuevo. 

Ahora, el requisito de visa, que puede tardar hasta dos meses en procesarse, genera incertidumbre entre los viajeros y problemas operativos para las agencias, que deben gestionar cambios y ofrecer alternativas a sus clientes.

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El reto para las agencias

La reintroducción de la visa para colombianos plantea un desafío tanto para las agencias de viajes como para la industria turística en general. 

Las agencias deben adaptarse rápidamente para manejar los cambios en la normativa y mantener la confianza de los viajeros. 

Por su parte, el Reino Unido corre el riesgo de perder un segmento de turistas colombianos que, aunque no es su principal mercado, representa un aporte valioso al dinamismo económico.  

Con el tiempo, se verá si esta medida afecta de manera significativa el flujo turístico entre ambos países o si, como sugiere Anato, el turismo colombiano demuestra una vez más su resiliencia y capacidad de adaptación frente a las barreras regulatorias.  

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