Gran expectativa ha generado el debut del cantante Juanes en el mundo de la actuación en la película del colombiano Andrés Baiz, ‘Pimpinero: sangre y gasolina’, que este jueves se estrenará en las salas de cine del país y más adelante dentro de la programación de Prime Video.
Juanes audicionó para dos de los más importantes personajes dentro del reparto de la historia.
Preparó el personaje de Don Carmelo, el villano de la película, y para Moisés, uno de los tres hermanos que conforman una de las familias claves en la historia.
Finalmente se convirtió en Moisés, el hermano mayor de la familia Estrada que por años se ha dedicado al contrabando de gasolina entre Venezuela y Colombia, que terminan envueltos en un conflicto entre las mafias que se disputan las rutas de este contrabando, y demás negocios ilícitos que empiezan a aparecer en la zona en los siguientes años.
“Para mí Moisés en la película es como el equilibrio necesario para la historia. Es el mayor de los tres hermanos Estrada, quien ya se encuentra agotado de los años de estar en esa lucha del contrabando de gasolina, pero estando dentro de él, equilibraba la relación entre los tres hermanos, siempre como el más sabio, el más paciente y el más estoico de todos”, comentó Juanes, quién aseguró que al recibir la llamada de Andrés Baiz para participar en esta película, dijo sí, sin casi saber nada de la historia y los personajes.
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“Siempre me ha gustado el trabajo de Andrés Baiz y desde hace mucho tenía ganas de probar en la actuación, por lo que esta película me parecía una oportunidad muy chévere para experimentar otro lado del arte que no fuera desde la música y la composición.
Fue todo un reto encontrarme con una gran cantidad de elementos que debía buscar, escena tras escena, echando mano de la imaginación, de los recuerdos, las nostalgias y las vivencias especiales, para luego empezar a buscar el personaje de Moisés en mí. Para actuar, debes terminar en un lugar supremamente incómodo, pero al mismo tiempo increíble”.
Resaltó la posibilidad de poder trabajar al lado de Andrés Baiz, el equipo actoral y el equipo de producción que requirió 51 días de rodaje en distintas locaciones de La Guajira, el Cesar y una semana de interiores en Bogotá para poder llevarla a cabo.
Andrés Baiz no me quería mostrar nada, y luego lo vivimos en el Festival Internacional de Cine de Toronto (Canadá), donde fue la premier mundial.
“Vi la película completa hace como tres semanas y ha sido sencillamente increíble”. Durante 30 años, Juanes ha estado acostumbrado a los sets de grabación para los videos de sus canciones, pero nunca en la producción de una película que en su mayoría se desarrolla en las difíciles condiciones del desierto de la Guajira.
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“Para mí fue impresionante llegar a esos hermosos, pero difíciles lugares para poder grabar las escenas, entre el desierto y la ranchería, logrando integrarnos muy bien con el equipo de actores y de producción, llegando a emparrandarnos en serio a punta de vallenato”, afirmó Juanes, que en esas fiestas terminó cantando más de un clásico vallenato.
Una producción que se realizó entre paros que se vivían en el país, las inclemencias del clima, las trochas por donde debían pasar los carros y muchos de ellos quedaban enterrados. Hasta el propio Juanes le tocó bajarse y empujar.
Sin hacer spoiler, Juanes escogió la escena más difícil que debió realizar durante las grabaciones de ’Pimpinero: sangre y gasolina’, cuando su personaje debe llegar a dar una trágica noticia.
“Cuando yo veía el texto simplemente pensé que sólo tenía que ir y dar la noticia, con muy poquito texto, por eso la vi fácil, pero luego, Carolina Gómez, quien fue mi maestra y guía en todo este proceso de la actuación, me hizo ver que era la escena más difícil, porque no tenía casi que hablar, tenía que expresarlo todo con mis ojos, la mirada. Por eso, antes de la escena, me debía poner en ese lugar oscuro, tratar de recordar cosas tristes de mi vida para llegar a ese justo momento”.
Carolina Gómez ha sido amiga de Juanes por años y cuando se enteró de su próximo debut, ella misma se ofreció para prepararlo para el papel y para el ritmo que se requiere en un rodaje de esta magnitud.
“La concentración debe ser máxima en cada uno de los llamados a grabar, porque siempre te estaban preguntando, hablando de tu papel, ¿dónde estaba tu personaje ayer?, ¿para dónde va ahora? ¿Cómo se encuentra emocionalmente Moises?, ¿para dónde va ahora? Era tener siempre presente el contexto del personaje y para mí eso fue vital”.
Una experiencia actoral que es la primera, pero seguramente no será la última para Juanes, por el entusiasmo que demuestra al hablar de todo su largo proceso de construcción del personaje y la labor en el rodaje.
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