El 2023 financieramente se proyecta entre la incertidumbre y el manejo riguroso y equilibrado de los ingresos y gastos en los hogares colombianos. ¿Necesito comprar esto? Es la pregunta que se debe hacer a la hora de realizar compras, indican expertos.
Planificar y controlar los gastos manteniendo el equilibrio con uno o varios ingresos mensuales, es la principal recomendación que hacen expertos en finanzas al terminar el 2022; especialmente en Cúcuta, que al alcanzar un 15,71% según el boletín de noviembre publicado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), volvió a ubicarse en el primer lugar de las ciudades con mayor inflación, un fenómeno económico que esta misma entidad define como “el crecimiento generalizado y continuo de los precios de los bienes y servicios”.
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A nivel nacional, la inflación alcanzó un 12,53%, siendo la más alta en los últimos 23 años, de acuerdo con un reciente informe del periódico Portafolio, situación que se vio impactada por factores como el incremento en los alimentos, servicios, productos de la canasta familiar y el dólar.
Para el contador público Luis Humberto Villamizar García, doctor en Ciencias Gerenciales y profesor del programa académico de Contaduría Pública de la Universidad Simón Bolívar, el crecimiento de la inflación del país no es positivo y siempre impactará en la economía de los hogares. “Al inicio del 2022 las familias recibieron un incremento del salario mínimo bastante significativo y muy superior al de los años anteriores, el cual perdió su efecto por el porcentaje de inflación alcanzado en los últimos meses. Esto afectó la economía de los hogares, en factores como capacidad de pago, desaceleración del consumo y en general, debilidad económica frente a la demanda de sus necesidades”.
El panorama de la economía colombiana durante el 2022, puede ser analizado desde el comportamiento semestral, que de enero a junio registró un crecimiento por el aumento del consumo de las familias y la recuperación del empleo; sin embargo, de julio a noviembre, periodo en el que se hace el corte para el análisis estadístico, se vio afectado de manera negativa por el elevado costo de los productos básicos de la canasta familiar y la variación del dólar, que debilitó la moneda nacional.
Luis Humberto Villamizar García, profesor del programa académico de Contaduría Pública de la Universidad Simón Bolívar. Foto Cortesía
¿Y cómo afecta la inflación a los cucuteños?
Para el profesor Rafael Andrés Santos García, del programa de Derecho de la Universidad Simón Bolívar, el incremento de los costos “en cuanto a la consecución de los productos no ha sido un problema; sin embargo, ya no se puede traer en las mismas cantidades; creo que la primera afectación de los precios de la canasta familiar ha conllevado a la gran mayoría de las personas, a que esos insumos de primeras necesidades básicas alimentarias no se puedan traer en unas amplias proporciones, hasta el punto incluso, de notarse en las preparaciones y en los comedores de los hogares”.
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Natalia Calonge, estudiante de Derecho de la Unisimón, considera que la inflación se evidencia en las inequidades sociales, “los 100 mil pesos con que comprábamos el mercado semanal, ya no nos va a alcanzar y más cuando hay familias que viven del salario mínimo; además, el incremento de los precios, afecta la nutrición de los niños, en lo que los adultos pueden preparar para la hora del almuerzo, generando inestabilidad económica, emocional y en la salud de las personas”.
Amas de casa tienen también su punto de vista. Paola Andrea Reales Duarte, ha sentido el desborde de la inflación en su familia, que “afecta la canasta familiar ya que se requiere más dinero para comprar menos productos”.
Mientras que, Olga Rocío Díaz Cáceres, quien tiene su propio emprendimiento de bisutería, expresó que “entre más días me siento más limitada a la hora de comprar y no poder adquirir aquellos productos de primera necesidad que son importantes para el bienestar diario y la canasta familiar”. Y es que precisamente, el sector de los alimentos y bebidas no alcohólicas registró el mayor índice con un 27,08%, seguido de artículos para el hogar con un 17,33%, según datos a nivel nacional, presentados por el DANE.
El Observatorio Económico de la Cámara de Comercio de Cúcuta reportó en el boletín de noviembre publicado por datacucuta.com que para la capital del departamento y su área metropolitana “se tuvo una variación mensual en noviembre de 1%, jalonado por incrementos en alimentos como la papa y el plátano, con una contribución de 0,14 y 0,11 respectivamente. Adicional, cabe resaltar las disminuciones presentadas en los costos de la electricidad y en frutas frescas, los cuales no logran compensar los ítems que jalonan el incremento del costo de vida”.
Este incremento en el sector alimentos, guarda relación con el alza del dólar, al requerirse suministros para su producción. Para Villamizar García, “muchos de los insumos como fungicidas, abonos y químicos, necesarios para los cultivos son traídos del exterior, al presentar un diferencial cambiario y una devaluación tan grande del peso, el sector agrícola colombiano, necesariamente incrementa los precios de sus productos para hacer sostenibles sus procesos productivos”. Los tiquetes aéreos y viajes al exterior fueron otros conceptos que también evidenciaron el aumento de la moneda internacional.
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El profesor señaló que la inflación elevada incide en Cúcuta de manera particular y se refleja en el contexto socioeconómico. “Nuestra economía presenta niveles de informalidad cercanos al 70%, esto quiere decir que la mayoría de los procesos productivos hacen parte de lo que se conoce como economía de subsistencia, es decir, los cucuteños trabajan cada día para obtener un ingreso que permite cubrir sus necesidades básicas; al perder poder de compra por la inflación, y encontrar productos y servicios necesarios para los hogares más costosos, resulta evidente que se terminará reflejando en incremento de pobreza, así como necesidades insatisfechas, que pueden generar en el largo plazo problemas adicionales como inseguridad, delincuencia, y muy seguramente, aumento en la informalidad”, sostuvo Villamizar García.
A calcular, planificar y ahorrar en el 2023
El 2023 en materia financiera está lleno de incertidumbres en el comportamiento de los precios de la canasta familiar, del dólar y el incremento salarial, del cual depende el manejo de los gastos para los colombianos.
Sobre el incremento del 16% del salario mínimo equivalente a $1.160.000 y un subsidio de transporte de $140.000, concertado entre gremios, sindicatos y el Gobierno, la ministra de trabajo, Gloria Inés Ramírez, calificó de “histórico” el monto acordado el cual se pactó tomando como referencia el valor de la inflación de los pobres, según la nota publicada el 15 de diciembre por el periódico Portafolio. Por su parte, el presidente de la República, Gustavo Petro señaló que, con este aumento, se espera la reactivación económica de la nación y la recuperación del poder de compra que se ha visto afectado por la inflación, especialmente entre las familias más vulnerables.
Las finanzas para Norte de Santander en el 2023 no son las mejores, porque se espera una economía nacional que reducirá su velocidad de crecimiento; a esto se suma que “la demanda de los hogares cucuteños seguramente se debilitará más de lo que ya está, haciéndose difícil cubrir las necesidades básicas y los compromisos financieros como créditos para los hogares, y mucho menos poder realizar ahorro o inversión que son variables conocidas como detonantes del crecimiento económico”, puntualizó el profesor Villamizar García, quien añadió que las exportaciones de carbón se convierten en la alternativa esperanzadora para los indicadores regionales del siguiente año.
A lo anterior se suma la reapertura de la frontera colombo-venezolana, que, debe ser un proceso que brinde confianza a los empresarios. Al respecto, el profesor de la Unisimón manifestó que “los exportadores tienen miedo de negociar sus productos, ya que por ahora no existen garantías para este proceso y al reabrirse la frontera el resto del país tendría la misma facilidad de inundar el mercado venezolano con sus productos, generando un consumo minoritario en el departamento, esto podría ajustarse dependiendo de las políticas que fijen los gobiernos de estos dos países”.
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El profesor Santos García de la Unisimón, con respecto al nuevo salario, considera que “sigue siendo mínimo y no cambia en nada, porque estamos en una proporcionalidad entre lo que se está recibiendo como salario y lo que se viene incrementando en materia de la canasta familiar”, panorama que obliga a las familias a realizar tres acciones contundentes: calcular, planificar y ahorrar.
Ahora bien, si está pensando en invertir en el 2023, “la recomendación es invertir en el mercado de renta fija, es decir en bonos y TES, en razón a que su rendimiento está asegurado, se sugiere realizar previamente una evaluación del rendimiento, desde la perspectiva de que sea suficiente para proteger su inversión de la pérdida de valor a través del tiempo”, manifestó Villamizar García, quien junto a la directora del programa académico de Contaduría Pública, Ana Emilce Contreras Wilches, trabajan para fomentar en aula, a través de los futuros contadores públicos Unisimón, el conocimiento y manejo de la administración de las finanzas personales para hacer frente a la pobreza en sus diferentes sectores.
Aunque el panorama económico en Colombia es indeciso, con la llegada del nuevo año, los deseos en materia financiera los pedirán todos los colombianos quienes esperan una reducción en los precios de algunos productos de la canasta básica familiar, “fruto de estrategias económico-políticas, para que el dinero pueda alcanzar para una mejor calidad de vida”, puntualizó el profesor Villamizar García de la Unisimón.
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