Sebastián 'Loco' Abreu, quien cuelga los botines este viernes a los 44 años ostentando el récord Guinness como el futbolista que ha militado en más clubes en el mundo, se ganó su apodo por sus excentricidades en la cancha y fuera de ella.
El uruguayo que nació en la ciudad de Minas, en el departamento de Lavalleja (centro), el 17 de octubre de 1976, vistió 31 camisetas desde que a los 19 años debutó en el local Defensor Sporting en 1994.
Dos años después fue transferido a San Lorenzo de Argentina. Con el buen humor que lo caracteriza, ha contado que en su debut, contra Boca Juniors, salió a la cancha entre impresionado y aturdido por el latido de La Bombonera, pues en Uruguay nunca había jugado frente a más de un par de miles de hinchas. Pero pudo ponerse en partido y marcar un gol.
Así comenzó su derrotero por el mundo.
A partir de entonces, se convirtió en un verdadero peregrino del fútbol, que ha desplegado su habilidad para cabecear y su inefable sentido del humor como jugador de equipos en 11 países del mundo.
Cuadros de Argentina, España, Brasil, México, Grecia, Israel, Paraguay, Ecuador, El Salvador y Chile, además de Uruguay, han contado con sus servicios, en algunos casos por pocos meses, llegando a jugar incluso en un par de ligas diferentes por temporada.
Pero siempre con el número 13 en la espalda, una obsesión que va más allá del fútbol.
"Es mi número amuleto para la vida", ha dicho. Cuando viaja en avión, ocupa el asiento 13. En un hotel, la habitación 13. Y hasta se encargó de que su número de teléfono termine en 13.
Récord Guinness
En 2018, cuando firmó con su club número 26, la organización Guinness World Records lo distinguió como el futbolista que jugó en el mayor número de equipos en la historia. Pero Abreu todavía tendría tiempo de integrar cinco planteles más.
En su trayectoria se destaca su paso por el Botafogo de Rio de Janeiro, donde logró sus mejores números al convertir 62 de los 404 goles que acumula a nivel de clubes, y donde es ídolo hasta el día de hoy.
En River Plate argentino salió campeón bajo el comando de Diego 'Cholo' Simeone; en el mexicano Dorados de Sinaloa fue compañero de Pep Guardiola; y en el uruguayo Nacional, equipo del que siempre fue hincha, tuvo cinco pasajes en los que anotó 48 goles.
Logró títulos con San Lorenzo, Nacional, River Plate, Botafogo y el salvadoreño Santa Tecla.
Ha contado que llegó a intercambiar más de 1.500 camisetas, pero atesora especialmente tres: las de Lionel Messi, Diego Maradona y Ronaldinho.
El Loco la picó
Con la selección uruguaya, su historia es de amor eterno.
Tras su debut en 1996, disputó 70 partidos y convirtió 26 goles. Su último juego con la Celeste fue el 15 de agosto de 2012, en un amistoso ante Francia.
En ese período fue campeón de la Copa América de Argentina-2011 y alcanzó a participar en dos Copas del Mundo (Corea del Sur y Japón-2002 y Sudáfrica-2010).
Justamente en Sudáfrica fue que anotó su gol más célebre, que lo catapultó a leyenda en Uruguay.
El 2 de julio de 2010 quedó marcado para siempre en la historia de la Celeste. Más de un uruguayo quedó con el corazón en la boca al ver a Abreu caminando hacia el círculo central para patear el último penal de la definición de cuartos de final frente a Ghana. En esa ocasión crucial, pensaron muchos, el minuano no se animaría de hacer una de sus locuras habituales: patear a lo 'Panenka'.
Pero lo hizo.
"¡La picó! ¡El Loco la picó!", gritó desaforado el comentarista de la transmisión televisiva uruguaya en aquel penal histórico, con el que la Celeste ganó 4-2 y se clasificó a semifinales, algo que no sucedía desde México-1970.
Abreu cierra este viernes un anecdotario en la cancha que seguramente seguirá expandiendo fuera de ella.
El 'Loco' proyecta continuar vinculado al fútbol como entrenador, una experiencia que ya tuvo en el salvadoreño Santa Tecla y en el uruguayo Boston River.