De película, así definieron las autoridades el intento de hurto a un banco de Ocaña, que protagonizaron Gabriel Ángel Carrascal, Édgar Antonio Escobar Pacheco, Jordán Efraín Anaya Acuña, Santiago Alberto López Joya, Héctor Emilio Carrascal Pacheco y Nelson Estiven Tarazona Rojas, la madrugada de ayer.
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Los investigadores de la Policía que asumieron el caso, ayer recolectaban todo el material probatorio para mostrarle al juez cómo los seis hombres planearon y ejecutaron el asalto, por eso no descartaban que hubiese complicidad de algún funcionario de esa entidad financiera, ubicada frente al parque principal de ese municipio del Catatumbo.
“Ellos serían una banda que no es reconocida en Ocaña, pero tuvieron muchos puntos débiles a la hora de cometer el hecho, pues no se percataron que al cortar unos cables, activarían un sensor que alertó a la unidad de seguridad de la sede principal del banco, ubicada en Medellín”, contó una fuente judicial.
¿Cómo fue el hecho?
Los presuntos ladrones sabían que en ese lugar no tenían vigilantes durante las noches, por lo que llegaron en un carro Kia Picanto hasta un parqueadero, que queda detrás de la sucursal, donde habrían esperado para ejecutar lo que habían planeado.
Los asaltantes, que llevaban varias herramientas y un disco duro, que contenía archivos del circuito de seguridad, se montaron al techo del banco, por donde se escabulleron hasta llegar a un punto para abrir unas paredes de drywall y así entrar al cuarto de energía, para cortar unos cables, desactivando las cámaras de seguridad y las alarmas.
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Pero con lo que no contaban los delincuentes fue que al cortar los cables, se activaría un sensor que alertó a la unidad de seguridad de esa sucursal.
Hacia la 1:15 de la madrugada, los encargados de la seguridad del banco se comunicaron con la Policía de Norte de Santander para avisar de que el sensor se activó en la sede bancaria.
Varios uniformados se desplazaron rápidamente hasta el banco, pero no observaron algún movimiento extraño, por lo que se retiraron.
Dentro de la entidad, los asaltantes se abrían paso para llegar hasta la bóveda, donde tenían planeado abrirla y, luego, llevarse cerca de $1.000 millones en efectivo que habían guardados.
“Es importante recalcar que los delincuentes no alcanzaron a llegar hasta la bóveda del banco y mucho menos trataron de abrirla para robarse el dinero. No les dimos el chance de hacer esa jugada”, contó la fuente.
Las capturas
Hacia las 4:00 a. m., la unidad de seguridad del banco volvió a alertar a las autoridades de que desde esa sucursal seguía emitiéndose una alerta, por lo que los uniformadores regresaron al sitio.
Al llegar afuera de la entidad financiera, los policías alcanzaron a ver unas sombras y unas luces dentro del establecimiento, por lo que tocaron la puerta de vidrio para que les abrieran.
Uno de los ladrones se hizo pasar por un vigilante y abrió la puerta, salió con un overol, que estaba lleno de polvo, y les dijo a los uniformados que él estaba de turno y que allí no estaba ocurriendo nada, fuera de lo común.
Sin embargo, los policías observaron que el supuesto guarda de seguridad no vestía un uniforme y que estaba lleno de polvo –que le quedó impregnado en la ropa luego de romper la pared de drywall-, por lo que le apuntaron con sus armas.
En ese instante, el falso vigilante salió corriendo hacia el parqueadero y los uniformados lo persiguieron, capturándolo junto con otros dos ladrones más, cuando intentaban escapar en el Kia Picanto.
A los detenidos les encontraron las herramientas y el disco duro. Dentro del banco atraparon a los otros tres asaltantes.
Los seis hombres fueron trasladados a la Fiscalía, donde, al cierre de esta edición, se esperaba el inicio de las audiencias concentradas.
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