Por lo menos ocho disparos estremecieron la tranquilidad de la vereda San Isidro, ubicada a escasos metros del Anillo Vial Occidental, la noche del jueves.

A un costado de la vía quedó el cuerpo sin vida de William Eduardo Bautista Bermón, de 34 años, quien recibió al menos cinco impactos.

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La víctima vestía una franela blanca, pantalón oscuro, gorra negra y zapatos blancos. Un detalle que llamó la atención fue que portaba una sonda renal.

La Policía Metropolitana de Cúcuta fue alertada del hecho y minutos después llegó al lugar para acordonar la escena.
La Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) se encargó de la inspección técnica y del levantamiento del cuerpo, encontrando en el lugar ocho vainillas calibre 9 milímetros.

Lo corretearon

El hecho ocurrió a las 10:00 de la noche, cuando William Eduardo se encontraba consumiendo licor en un establecimiento comercial.

Según testigos, al lugar llegaron cuatro hombres que se movilizaban en dos motocicletas, una Boxer, blanca, y una Suzuki GN, negra.

Estos sujetos habrían estado rondando la zona por al menos diez minutos, observando atentamente antes de actuar.
En el momento que consideraron oportuno, uno de ellos sacó un arma de fuego y disparó contra la víctima.

A pesar del ataque, William Eduardo logró correr varios metros mientras era perseguido por sus agresores, quienes dejaron vainillas regadas en el camino.

Sin embargo, la gravedad de las heridas detuvo su huida y finalmente cayó a un costado de la vía.

Mientras los atacantes escapaban con rumbo desconocido, algunas personas se acercaron para verificar si aún tenía signos vitales. Al confirmar que ya no había nada por hacer, alertaron de inmediato a las autoridades.

Tendría prontuario criminal

Este medio de comunicación pudo conocer que la víctima tenía un extenso historial delictivo que habría comenzado en 2011, cuando fue capturado por hurto calificado.

En ese momento, con tan solo 21 años, fue sorprendido mientras, presuntamente, hurtaba la batería de un vehículo junto a otros dos cómplices. Durante la detención, les hallaron seis baterías robadas.

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En 2014 fue detenido nuevamente, esta vez por tráfico de estupefacientes, aunque no fue enviado a prisión.

Un año después, lo volvieron a capturar por porte ilegal de armas. Con estas anotaciones, un juez ordenó su reclusión en la cárcel, donde permaneció varios años.

Al recobrar la libertad, lejos de alejarse de las actividades ilícitas, habría incursionado en delitos más graves, como el homicidio agravado.

Según las autoridades, en 2022 fue capturado como el presunto responsable del asesinato de Gabriel Rozo Borjes, alias El Rolo, ocurrido en el barrio Carlos Ramírez París. Por este hecho permaneció en un centro penitenciario hasta hace poco.

Una fuente judicial reveló que, tras salir nuevamente de la cárcel, William Eduardo fue víctima de un atentado en el que recibió varios disparos en el abdomen, lo que lo obligó a usar una sonda renal desde entonces.

Pese a esta experiencia, parece que no abandonó sus actividades delictivas.

De hecho, las autoridades lo vinculan con la banda Los Mexicanos, que actualmente mantiene una violenta disputa con Ever Carreño Corredor, alias Porras.

“Esa es la misma guerra de Porras y Pepino. Lo que pasa es que Pepino se inventó ese nuevo nombre para desviar la atención de las autoridades”, comentó una fuente judicial.

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