Como todos los cierres de temporadas en los que no se logra el objetivo de llegar a primera división, una vez más surgió la posibilidad de que el Cúcuta Deportivo no continúe jugando en la capital de Norte de Santander.

Esta situación parece ya casi normal en la disputa que se trazan las autoridades locales y departamentales con el equipo que tiene como máximo accionista al polémico José Augusto Cadena.

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En las últimas dos semanas se presentaron serias diferencias entre William Villamizar, gobernador de Norte de Santander, y la institución, que desembocaron en –de momento- la opción de no prestar el estadio para la temporada 2025.

Los malos resultados llevaron al reclamo de Villamizar, quien además pidió que se diera una venta de la institución deportiva más importante de la región, misma que fue denegada.

‘No podemos entrar en confrontaciones’

La Opinión consultó a Wilmar Sánchez, presidente del Cúcuta y única persona de la parte directiva del club que declara, quien afirmó que buscarán evitar confrontaciones con las autoridades.

“No nos podemos entrar en confrontaciones. Él (gobernador) tiene su posición y se la vamos a respetar, pero entrar en conflicto no le hace un favor a nadie, no podemos estar en contra de la ciudad. Tenemos que unirnos con el gobernador y el alcalde, apoyarnos y mirar con el mismo fin los objetivos del equipo”, declaró el antioqueño.

Sobre la posibilidad de venta, que el mismo club negó por medio de un comunicado, Sánchez aseguró que no ha llegado una oferta formal.

“Si hay una oferta formal, que se envíe al máximo accionista (Cadena) y él analizará. Debemos unirnos, cada quien desde su perspectiva, pero sumando. Seguiremos trabajando, el equipo sigue en la ciudad, sabemos que el estadio General Santander es la casa del equipo”, dijo el dirigente que lleva un año en su cargo tras la salida de Eduardo Silva Meluk.

¿Se reunirán con Villamizar?

Después de la declaración de Villamizar en la que afirma que hablará con Jorge Acevedo (alcalde de Cúcuta) para no alquilar más el estadio, todo parece estar en una balanza sobre la estadía del equipo.

Frente a ello, Sánchez afirmó que la idea es reunirse tan pronto cierren año a nivel administrativo.

“No nos hemos reunido. La idea es dialogar con él, estamos cerrando año, contratos con jugadores, la definición de nómina y más temas administrativos, después de eso, la idea es hacer un acercamiento y entablar las relaciones por un buen camino. Esto no nos conviene a nadie”, subrayó el dirigente.

Pero, en un hipotético caso de que en definitiva no se preste el escenario, ¿para dónde partirían?

“No contemplamos irnos porque tenemos nuestra sede y nuestra hinchada. El equipo tiene registrado una sede alterna en Dimayor. Zipaquirá es la que está registrada, pero se podría registrar otra. No lo queremos pensar. El habitad del equipo es Cúcuta”, dijo Sánchez.

Cúcuta jugó un poco más de un semestre en el municipio de Cundinamarca en 2017 por una situación idéntica a la que se está planteando.

Aunque en este momento hay mayor cercanía con Antioquia. Vale la pena recordar que en 2022, antes de confirmarse el regreso del equipo al profesionalismo, la pretemporada se hizo en Bello con la diligencia de Silva Meluk (hoy director del Inder Medellín).

“No queremos, ni pensamos irnos de la ciudad”, subrayó Sánchez.

Un año más sin cumplir los objetivos

Cúcuta Deportivo se condenó a estar un año más en la segunda división tras la repetida serie de errores: cambios de técnicos (cuatro en total), contratar jugadores sin ritmo, división con la hinchada y manejo remoto por parte de los directivos.

“En lo deportivo no nos fue bien, nos quedamos otra vez en la esquinita. En ese aspecto no fue positivo, pero no podemos bajar la cabeza, nos queda seguir peleando. En lo administrativo considero positivo ya que cumplimos, un año más, con el acuerdo de reorganización con la Superintendencia de Sociedades. Ese acuerdo tiene vivo al equipo, por ese lado cumplimos al igual que las obligaciones de impuestos, proveedores, nóminas y más. Es positivo ese aspecto”, analizó.

En referencia al próximo año, Sánchez enfatizó en que se la nómina bajará.

“Después de una reunión con el comité de junta se tomó la decisión de bajar la nómina de 30 a 22 jugadores. Ya estamos terminando el tema contractual con los diferentes jugadores”, contó.

El plantel iniciará trabajos los primeros días de enero a la espera de contar con la mayoría del grupo de jugadores y refuerzos, bajo la batuta de Bernardo Redín.

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