La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Ocaña
El reloj de la catedral: más que un accesorio, un testigo del tiempo en Ocaña
En el marco de la celebración de los 454 años de Ocaña se revive la idea de reparar el reloj de la catedral de Santa Ana
Authored by
Image
Javier Sarabia Ascanio
Javier Sarabia
Viernes, 13 de Diciembre de 2024

Desde el 23 de agosto de 1927, el reloj de la torre de la catedral de Santa Ana ha sido más que un dispositivo para medir el tiempo. Durante casi un siglo, orientó a los habitantes y visitantes del parque principal 29 de Mayo con su sonido y presencia imponente.

Hoy, convertido en una figura decorativa debido a fallas mecánicas, este simbólico aparato busca una segunda oportunidad para marcar el ritmo de vida en Ocaña.

La posibilidad de restaurar esta reliquia histórica se plantea como un desafío. 
 

En el marco de la celebración de los 454 años de Ocaña se revive la idea de reparar el reloj de la catedral de Santa Ana.
 
Un patrimonio en peligro

El ingeniero Doiler Alfonso Sanjuán Sánchez, secretario de Educación, Cultura y Turismo, ha solicitado un diagnóstico técnico para reparar los piñones desgastados que han resistido el paso del tiempo. 

Sin embargo, el primer obstáculo radica en la falta de recursos en el presupuesto local. La colaboración de la diócesis de Ocaña y la movilización de las autoridades y comunidad son imprescindibles para devolver la vida a este tesoro.

Luis Eduardo Páez García, presidente de la Academia de Historia, ha hecho un llamado público al alcalde Emiro Cañizares Plata y al obispo Orlando Olave para unir esfuerzos en pro de esta causa. 


Lea además: Ocaña busca quien le dé cuerda a su viejo reloj


Según el escritor Luis Sánchez Rizo, el reloj fue inaugurado con pompa y discurso, un evento memorable de su época, que hoy queda en la memoria de los mayores.
 

En el marco de la celebración de los 454 años de Ocaña se revive la idea de reparar el reloj de la catedral de Santa Ana.
 
Emblema de un pasado sin prisa

En una época donde los relojes de pulso eran un lujo y los celulares inexistentes, las campanas del reloj guiaban la rutina de los habitantes. Miguel Paba, sacristán de la catedral, era el encargado de mantenerlo en funcionamiento. No obstante, el conocimiento no fue heredado y el sistema quedó en el olvido.

Luis Jesús Sánchez Barbosa, arquitecto y ex asesor del viceministerio de Transportes, recalca la importancia de estos íconos culturales en ciudades como Londres, Cartagena y Cúcuta. El de Santa Ana no es la excepción, y su restauración es un esfuerzo necesario para preservar este legado.
 

En el marco de la celebración de los 454 años de Ocaña se revive la idea de reparar el reloj de la catedral de Santa Ana.
 
Campanazos que contaron la historia

El reloj no solo marcaba las horas, sino también los momentos históricos. Tras el terremoto de Cúcuta en 1875, la torre de la iglesia fue reconstruida y, años más tarde, el reloj fue instalado, adquirido en Frankfurt, Alemania. Desde entonces, acompañó a generaciones que miraban al campanario para saber la hora o escuchaban sus campanadas como guía.

Luis Páez, barbero y músico, fue uno de los encargados de darle cuerda hasta que el tiempo lo alcanzó. Ahora, en el marco de los 454 años de Ocaña, su restauración se convierte en una meta simbólica.
 

En el marco de la celebración de los 454 años de Ocaña se revive la idea de reparar el reloj de la catedral de Santa Ana.
 
El cirujano del tiempo

Jorge Torres Hernández, un veterano relojero, se enfrentó al desafío de revivir el mecanismo. 

Apodado “el cirujano del tiempo”, este experto destacó la complejidad de la maquinaria, operada por gravedad y basada en un sistema de piñones y contrapesos. 

Aunque logró avances, el reloj aún espera una reparación definitiva.
 

En el marco de la celebración de los 454 años de Ocaña se revive la idea de reparar el reloj de la catedral de Santa Ana.
 
Una joya que guarda recuerdos

Construido en hierro y bronce fosforado, el reloj se erige como un testigo mudo de la historia. 

Sus desgastados piñones y su ingenioso sistema son reflejo de otra época. 

Para muchos, su restauración no solo sería un acto de conservación patrimonial, sino también un rescate emocional. Las campanas del reloj, como indica el relojero Torres, despiertan recuerdos que los dispositivos modernos no pueden evocar.


Lea además: Cámaras de seguridad, a revisión para la temporada alta en Ocaña


En esta Navidad es el anhelo más sentido en todos los rincones de la hidalga villa, y por ello la comunidad de Ocaña tiene la oportunidad de revivir un capítulo de su historia, devolviendo la voz a un testigo que por años marcó el ritmo de sus vidas.


Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en: https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion


 

En el marco de la celebración de los 454 años de Ocaña se revive la idea de reparar el reloj de la catedral de Santa Ana.
Temas del Día