La alegría que Michael Alberto Nieto Araújo irradiaba, ayer en la tarde, mientras observaba un partido desde la gradería de una cancha de sóftbol, era tal que hasta le pidió en varias oportunidades al árbitro que lo dejara batear, todo con tal de ser el protagonista de varias anotaciones en el encuentro deportivo.

Pero la felicidad que el hombre tenía duró poco. Hacia las 3:30 de la tarde Jeffer Armando Narváez Marcano y otro criminal, que vestía de camiseta amarilla, llegaron en una motocicleta Suzuki AX4, de color negro y placa ALOH18A, con una misión: presuntamente acabar con la vida del hombre.

Así fue. Narváez Marcano se habría bajado de la moto y se paró afuera de la cancha, que está ubicada al lado de un reconocido centro comercial que colinda con el Anillo Vial Oriental.

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El pistolero se ubicó en un espacio que da justo con la parte trasera de la gradería, le apuntó y disparó a Michael Alberto en la espalda en tres oportunidades.

Nieto Araújo quedó tirado en la gradería y de inmediato varios familiares y amigos que lo acompañaban lo auxiliaron, pero era inútil, el hombre había fallecido a causa de los balazos.

Mientras esa escena de intenso dolor se vivía, Jeffer Armando habría salido corriendo hasta donde lo esperaba su cómplice en la motocicleta.

Con lo que no contaban los dos asesinos es que varios amigos, familiares de la víctima y asistentes al juego comenzaron a perseguirlos en motos y carros.

Justicia por mano propia

Una persecución que parecía sacada de una película de Hollywood se comenzó a dar en la  vía que rodea el centro comercial que está ubicado al lado de la cancha, justo al frente del Anillo Vial Oriental.

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La escena se extendió por unos 400 metros, hasta llegar al otro extremo de la vía, justo a pocos metros de una zona verde donde varias familias se sientan cada domingo para comer o hablar tranquilamente, y la entrada del parqueadero de motos del centro comercial.

En ese momento una camioneta Toyota TXL, color blanco y placas NMT211, embistió a los dos delincuentes, logrando tumbarlos.

El impacto fue tan fuerte que los cascos y unos zapatos de Jeffer Narváez y su cómplice salieron volando, dijeron testigos.

Aturdidos y desorientados, los motociclistas trataron de huir, pero en ese momento varias personas comenzaron a golpearlos con lo que encontraron: piedras, ladrillos y hasta patadas.

Según una fuente judicial, Narváez Marcano recibió unos seis ladrillazos en la cabeza y cinco patadas, quedando tirado en el piso gravemente herido, mientras que el otro sujeto huyó y al cierre de esta edición es buscado por las autoridades.

“El conductor de la camioneta dijo ser un amigo de la infancia de Michael Alberto, quien al ver a su ser querido baleado se llenó de irá y persiguió a los sicarios hasta atropellarlos”, dijo la fuente.

Hasta el lugar llegaron unos policías que rápidamente se llevaron al presunto sicario hasta el Hospital Universitario Erasmo Meoz, donde falleció una hora después a causa de los fuertes golpes que le propinaron.

La Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) arribó hasta el sitio para realizar la inspección técnica y el levantamiento del cadáver de la víctima, además de recolectar testimonios y videos de cámaras de seguridad para identificar y capturar al delincuente que se escapó.

¿Por qué lo mataron?

Este caso tiene más preguntas que respuestas. Así lo definió una fuente judicial, pues lo que se sabe es que Michael Alberto sería un comerciante de Venezuela que habría llegado al país hace cuatro días.

“Los familiares y amigos se contradicen porque algunos dicen que llegó a Cúcuta hace cuatro días, otros que hace una semana y así sucesivamente. Además, las personas no dicen al fin qué comercializaba la víctima si pantalones, camarones u otra cosa. El sicario muerto no pertenece a alguna estructura”, indicó la fuente.

Añadió que este hecho podría haberse dado por algún problema que Nieto Araújo tenía en el vecino país y, posiblemente, él llegó a Cúcuta para escabullirse de un inconveniente, pero la muerte cruzó la frontera y le cobró.

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