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El rompecabezas político en Norte de Santander
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Martes, 21 de Abril de 2015

Las elecciones de octubre redefinirán la distribución del poder burocrático y electoral de los partidos políticos en la región y diagnosticarán indefectiblemente la representación parlamentaria en las próximas elecciones al congreso en el año 2018.

Por ello la conjunción entre candidatos y partidos, acertada o equivocada, es la tarea que ocupa a los jefes nacionales y departamentales de las colectividades y a los grupos de poder político. Así, cada aspirante busca su espacio participativo en la entrega de los avales y cada grupo busca mantener su representación en las curules de asambleas y concejos y quedar del lado de los vencedores en los cargos de gobernador y alcaldes.

Las directrices que se reciben de las altas jerarquías partidistas, apuntan a la conformación de un bloque de la mal llamada Unidad Nacional que busca integrar a los partidos Liberal, de la U y Cambio Radical con candidatos únicos, tarea nada sencilla por la necesidad que tienen éstos individualmente de mantener o ganar terreno político.

Con el 58% de los sufragios en la capital del departamento, la contienda se juega a dos bandas; por una parte quien logra quedarse con la Gobernación y las Asambleas, y por otra quien logra obtener las Alcaldías Metropolitanas y el Concejo de la ciudad. A ello debe sumarse el hecho, de que son cuatro los aspirantes a Alcalde de Cúcuta, que se han desligado de obligaciones partidistas y buscan generar una coalición de fuerzas en torno a sus candidaturas.

En el Norte de Santander, aunque el tradicional reto ha sido entre liberales y conservadores, el partido de la U busca mantener protagonismo en los resultados de los comicios de octubre tras dos derrotas anteriores para la Alcaldía de Cúcuta, y por ello apuesta a una alianza de unidad nacional soló para la gobernación y la alcaldía, y se reserva mantener un triunfo en los municipios de Villa del Rosario, Los Patios, El Zulia y Pamplona.

Entiende sin embargo, que el no llevar candidato propio a la Alcaldía sino apoyando al Partido Liberal, puede significarle disminuir su representación de cinco curules en el concejo de la ciudad y afectar la posibilidad de incrementar sus tres escaños en la Asamblea Departamental.

Por el contrario los dirigentes liberales, son conscientes del buen momento que viven después de su triunfo parlamentario, consentidos desde el poder nacional y departamental y con ministro a bordo, tienen como obligación ganar las elecciones en el Área Metropolitana y reconquistar después de casi dos décadas el primer despacho de San José de Cúcuta, sin embargo una nueva derrota en este cargo le significaría un retroceso en el terreno ganado.

El partido conservador, vive la mayor presión de los últimos años, ello por cuanto la pérdida en las elecciones anteriores del cargo de gobernador, tradicional combustible de su primacía electoral, significó perder tres de  sus curules parlamentarias y ceder escaños en la asamblea y el concejo de Cúcuta. Por ello, sus dirigentes colocan todo su empeño en recuperar la Cúpula Chata y lograr con un triunfo volver a detentar las riendas del poder departamental, a la vez que asegurar una votación que permita quedarse con una veintena de alcaldías municipales y sumar la mayor bancada en las dos corporaciones administrativas.

Los verdes como poseedores del actual aval de la Alcaldía de Cúcuta, darán la pelea por conservarla, pero sus opciones dependen del apoyo electoral que puedan o no recibir de esa administración, y como objetivo secundario buscaran mantener el triunfo en algunas alcaldías municipales y mantener su pequeña pero representativa presencia en la Asamblea y el Concejo de la ciudad, siendo éste mismo objetivo los que persiguen los partidos Cambio Radical y Opción Centro. Todos ellos deberán decidir si entregan avales para Gobernación o Alcaldía, o si apoyarán en estos cargos a candidatos de otras colectividades o independientes.

El Polo Democrático, valga decir que dará una importante batalla por consagrar su primacía en los municipios del Catatumbo y apalancados en su recién electo Senador buscaran recuperar el escaño en la Asamblea que ya habían detentado.

Finalmente, sea oportuno resaltar la expectativa que ha generado el Centro Democrático, tras su triunfo parlamentario y su opción en la segunda vuelta presidencial del año anterior, ello por cuanto debe decidir entre dos estrategias; presentar candidatos para todos los cargos y buscando un triunfo independiente, con el riesgo de sufrir una dura derrota, si se tiene en cuenta la tradición electoral e infraestructura política de los partidos arraigados en la región, o ser líder de una coalición de partidos que puedan enfrentar a la mal llamada Unidad Nacional, lo que le valdría conseguir algunas alcaldías municipales y representación en la Asamblea y el Concejo.

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