Disparos, un accidente de tránsito y un hombre asesinado, todo esto se vivió ayer en cuestión de minutos en la vía Cúcuta – El Zulia, cuando Emilio Isidoro Vargas Rojas se desplazaba en una camioneta Toyota Hilux, gris, y fue atacado a disparos por dos hombres en una motocicleta.

La tragedia comenzó, aproximadamente a las 3:05 de la tarde, cuando la víctima se desplazaba en su vehículo y, sin mediar palabras dos hombres en una motocicleta, que fue posteriormente abandonada, sacaron armas de fuego y empezaron a dispararle.

Fueron varios los tiros que recibió, pues en medio del levantamiento del cadáver, los investigadores de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brihno), evidenciaron heridas en su cara y abdomen. El cuerpo fue enviado hasta las instalaciones de Medicina Legal para continuar con el procedimiento judicial.

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Ayer, mientras la Policía Metropolitana de Cúcuta, adelantaba las inspecciones judiciales y pesquisas, eran evidentes la cantidad de disparos que tenía el vehículo de la víctima.

Lo que se conoció, es que Emilio Isidoro, de entre 30 y 40 años de edad, continuó andando el vehículo incluso luego de quedar inconsciente. Esta situación dio a que la camioneta, de placa venezolana A30AZOS, se saliera del carril y terminara su recorrido al estrellarse de frente con un árbol y cayera a una alcantarilla ubicada a pocos metros de la vía nacional.

A pesar de los esfuerzos que los trabajadores y conductores que se encontraban en ese punto de la vía, frente a la entrada al corregimiento de Urimaco, intentaron hacer, al escuchar el estruendo del choque, ya era demasiado tarde pues Emilio no contaba con signos vitales.

Alcanzaron a huir

Una vez las autoridades conocieron el caso, desplegaron un Plan Candado para dar con los homicidas que huyeron hacia Cúcuta. Sin embargo, los hombres abandonaron la moto a un costado de la vía y escaparon por otro medio de transporte, por lo que al cierre de esta edición no se han reportado capturas.

“Una vez conocemos el hecho, se hizo el cierre de las presuntas vías que tomaron los delincuentes, al poco tiempo la comunidad nos avisa de una motocicleta abandonada y los uniformados de la Policía Judicial se trasladaron hasta ese punto para verificar si se trataría del medio de transporte de estos hombres”, explicó el coronel Julio Olaya, comandante Operativo de la Mecuc.

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La Mecuc solicitó a la comunidad que fue testigo de la huida de los delincuentes, acercarse a dar información para esclarecer la identidad de estos hombres.

Tenía antecedentes

Lo que este medio ha podido conocer, de manera extraoficial, es que Emilio Isidoro, de nacionalidad venezolana, había pagado 12 años de cárcel en su país. Actualmente trabajaría en una mina cercana al sector en donde fue asesinado.

“Se conoció que era el dueño de una mina en el país vecino, además tenía antecedentes por concierto para delinquir y, presuntamente, tráfico de estupefacientes. Como su historial había sido solo en Venezuela, se están solicitando esa información a las autoridades respectivas para verificarlo”, explicó la fuente judicial.

Se presume que sería esta vinculación judicial fue lo que desencadenó la persecución y su homicidio, sin embargo, las autoridades siguen investigando la información que permita esclarecer este nuevo hecho de sangre en la ciudad.

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