Las autoridades tienen pocas pistas sobre el homicidio de Sadi Ernesto Olivares Mora, de 30 años, quien fue hallado en un canal de aguas negras que pasa por la urbanización Metrópolis, cerca de la Penitenciaría de Cúcuta.
Ni siquiera los vecinos del sector escucharon la detonación del disparo que acabó con la vida de Olivares Mora.
Hacia las 9:00 de la mañana, del lunes festivo, la Policía Metropolitana de Cúcuta fue alertada del hallazgo del cuerpo, con un tiro en la cara.
Cuando los uniformados arribaron al sitio, que es frecuentado por consumidores y expendedores de drogas, encontraron el cadáver de Sadi Ernesto, por lo que miembros de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) se encargaron de la inspección técnica y del levantamiento para trasladarlo al Instituto de Medicina Legal.
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“Nosotros no escuchamos nada, ni el disparo ni nadie que pidiera ayuda. Se nos hizo fue extraño cuando vimos a la Policía ahí. En ese canal se la pasan varios habitantes de calle consumiendo drogas”, explicó una residente del sector.
Por ahora los investigadores que se encargarán de las pesquisas del hecho tendrán que avanzar con las indagaciones para tener algún detalle de los agresores y de los móviles del crimen.
Los líos judiciales
De manera extraoficial se conoció que, al parecer, Sadi Olivares Mora tenía anotaciones por fabricación, tráfico o porte de estupefacientes y por hurto.
Sin embargo, las autoridades tendrán que esclarecer si el hecho sería producto de disputas por microtráfico en la zona.
La racha mortal
En Cúcuta no cesan los asesinatos que se han venido incrementando de una manera peculiar, pues ahora, al parecer, las bandas delincuenciales tienen a su servicio a mujeres sicarias, que se están encargando de generar terror en la ciudad.
La noche del jueves fue asesinado Lenin Villamizar Leal, en la calle 27 con avenida 28, del barrio Belén.
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Villamizar cumplió durante mucho tiempo el rol del payaso ´Coscú´ en un circo y otros trabajos artísticos, pero en algún momento todo eso dio un giro al caer en el consumo de las drogas, perdiendo a su esposa, quien se vio obligada a abandonarlo y a su hijo, que hoy tiene 11 años, una situación que lo habría acabado de hundir, al punto de llevarlo a vivir en un rancho de cartones y plástico, al lado de un fétido caño en el sector de La Pastora.
Daniel Navas, quien era conocido como ‘El Tío’, fue asesinado la tarde del sábado, cuando estaba en un billar, en la calle 8 entre avenidas 2 y 3, del centro de Cúcuta.
La homicida fue una mujer. A la víctima, que trabajaba en el negocio de compra-venta de motocicletas en este sector, le robaron un celular de alta gama, una vez cayó al piso.
Los familiares de Navas, de 43 años, oriundo de Sardinata y papá de dos hijos, aseguraron que el negocio donde lo mataron lo había vendido hacía dos meses. Sin embargo, le gustaba visitar el lugar para divertirse un rato, lo que hacía a la hora que le quitaron la vida.
Jefersson Ferney Pérez Pérez también fue asesinado la noche del sábado, por una mujer joven, cuando estaba en su estanco, ubicado en la avenida 3 con calle 3, del barrio Motilones, en la ciudadela Juan Atalaya.
Los familiares de Pérez se mostraron muy afectados por lo sucedido, manifestando que nunca conocieron de amenazas en su contra, calificándolo como una persona trabajadora, muy calmada, que le huía a los problemas.
“Él estaba viajando y apenas hace mes y medio llegó de Estados Unidos a donde fue a trabajar con esmero y ahorrar para tener su propio negocio y ganarse la vida más suave, pero nos lo arrebataron”, dijeron sus seres queridos.
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