Sin poder contener las lágrimas y con un gran vacío ante un trágico descubrimiento estaban ayer los familiares de José Alfredo Cera Alvarado, un joven de 17 años que tenía diez días desaparecido y fue hallado muerto en la trocha Los Mangos en el barrio La Parada de Villa del Rosario en la madrugada del martes.
Sus esperanzas de volver a ver al adolescente con vida eran altas, pues gran parte de su familia se había mudado a trabajar en La Parada y tenían cerca de cinco años en Colombia, después de migrar desde Valencia, Venezuela.
“Desde que él llegó estuvo trabajando, más de cuatro años en lo que saliera, a veces le ayudaba a su papá en un puesto de venta informal, pero en los últimos meses estaba de carretillero en las trochas, ayudando a transportar equipaje a las familias que transitaran de un país a otro”, explicó un familiar del joven.
José Alfredo desapareció el 4 de septiembre mientras recorría las trochas como carretillero y de acuerdo a sus familiares varios hombres lo retuvieron y se lo llevaron sin aparente razón, pues él nunca les dijo que tenía algún problema con los grupos armados organizados que atemorizan y extorsionan a comerciantes, trabajadores y migrantes en las trochas.
“Era un pelado amable, muy bromista, pero no se metía con nadie, acá en La Parada tenemos mucho tiempo y todos nos conocen, buscamos nunca meternos con nadie y así era José. Cruzó para pasar unas maletas y ya no volvió más”, sostuvo el familiar entre lágrimas.
Desde los 12 años hasta los 17 la vida de la víctima solo fue el trabajo diario para poder ayudar a su familia con los gastos del hogar, y debido a esa situación se privó de estudiar, porque, para él, era más importante afrontar una vida compleja y violenta para ayudar a su familia, pero trágicamente ese camino acabó con su vida.
“No sabemos nada, eso es lo más triste. Un pelado sano que nunca se le vio consumiendo drogas, era centrado y muy bueno para el trabajo, no merecía que lo asesinaran así, sin ninguna explicación”, señaló su familiar.