“Mi amor, por favor, guárdeme la comidita del almuerzo, te amo”, esas fueron las últimas palabras de Jhoiner Libardo Montaño Córdoba a su compañera sentimental, cuando salió de su hogar al que no regresó más.
La fatídica tarde del sábado será recordada siempre por sus familiares pues sobre las 6:30 p.m., cuando la víctima regresaba a su vivienda, al parecer, después de haber estado departiendo con algunos amigos en el corregimiento Aguaclara, falleció en la vía.
La lluvia, el exceso de velocidad, el estado de embriaguez y una falla mecánica en su motocicleta, habrían provocado que Montaño Córdoba perdiera el control del vehículo y sufriera un accidente de tránsito.
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El joven chocó contra un muro que había en la vía que de Cúcuta conduce a Puerto Santander, lo que fue fatal.
Entre lágrimas, una persona allegada a la víctima relató que llegó unos minutos después a la escena, “cuando toqué la parte posterior de la cabeza de Jhoiner, estaba hundida por el accidente, estaba sangrando por la boca y por las orejas”.
Al lugar, llegó una funeraria a realizar el levantamiento del cadáver y trasladarlo a Cúcuta.
Cultivaba arroz
Jhoiner Motaño tenía 23 años, era el cuarto de seis hermanos y padre de una niña de 3 años.
“Era muy trabajador porque desde antes de graduarse del colegio, ya estaba trabajando y ganando su platica”, comentó una familiar de la víctima.
Según sus seres queridos, la adoración del joven era su hija, se preocupaba todo el tiempo por ella, le daba todo lo que necesitara para que nada le hiciera falta.
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“Él decía que mientras tuviera vida, siempre iba a correr para darle todo a nuestra niña, cualquier cosa siempre salía a comprarle”, dijo la esposa.
El joven trabajaba cultivando arroz en la zona rural de Cúcuta y era muy responsable con sus labores. Uno de sus mayores sueños era llevar a su familia, sobre todo a su mamá, a conocer el mar en Santa Marta.
“Él decía que cuando tuviera unos pesos ahorrados se iba a llevar a su mamá a la costa y también tenía la ilusión de comprar una casa que estuviera más cerca a la de su madre”, relató la mujer.
La noticia fue devastadora para la familia quienes esperaban en la funeraria que les entregaran el cuerpo de su ser querido, para poder darle cristiana sepultura.
“La niña, en medio de su inocencia, me preguntó: ‘Mamita, ¿le pasó algo a mi papá?’, y eso me rompió en mil pedazos”, concluyó la esposa.
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