Natalia Parada Álvarez se consideraba una niña introvertida, llena de miedos, que no se atrevía a contestar en clases porque le daba pena. Sin embargo, la psicoorientadora del colegio Mercedes Ábrego la escuchó después de verla hecha un mar de llanto y desde “ahí surgió la necesidad de convertir esto en un reto personal, de superarme a mí misma, de entender que los obstáculos estaban en mi mente y empecé a trabajar en el 'yo puedo', 'soy capaz', llenarme de seguridad, trabajar en convertirme en esa persona que quería ser”.
Y la cucuteña decidió estudiar Comunicación Social en la Universidad Francisco de Paula Santander porque quería ser escritora.
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Sin embargo, después de hacer las pasantías en el periódico La Opinión se le presentó la oportunidad de trabajar en el área corporativa de Comunicación de Corponor al tiempo que hizo un casting para presentadora en el canal ATN Televisión donde fue escogida.
“Sentía una descarga de adrenalina cuando me daban el cambio para entrar en vivo, era la misma sensación como si subiera a una montaña rusa y me fuese a lanzar”. Allí vivió muchas experiencias buenas y otras no tanto como quedar en blanco cuando se dañaba el teleprompter, pero siguió adelante.