El autobús con los migrantes salió de la ciudad mexicana de Monterrey y tenía como destino final la ciudad fronteriza de Matamoros, Tamaulipas. Desde allí los migrantes pretendían pasar a Estados Unidos.
El conductor del autobús alertó a las autoridades que había sido interceptado por cinco camionetas –repletas de hombres armados– que lo obligaron a detenerse. Allí, los armados decidieron secuestrar a 31 de los 36 pasajeros. Quienes quedaron en libertad fueron los migrantes de nacionalidad mexicana.
De las víctimas de este hecho se sabe que tienen nacionalidad colombiana, venezolana y hondureña. Están secuestrados desde las 7:26 de la noche (hora México) del pasado 30 de diciembre.
“La Fiscalía General del Estado está trabajando en las investigaciones para determinar su paradero. Sabemos que están avanzando, sin embargo, no podemos adelantar información de manera parcial porque podríamos entorpecer la investigación”, dijo el vocero de seguridad, Jorge Cuéllar.
En un hecho distinto, sobre la misma carretera, la guardia nacional mexicana rescató a cinco migrantes venezolanos que permanecían secuestrados.
Los oficiales advirtieron la circulación de un vehículo sospechoso y, después de una breve persecución, los aparentes captores, abandonaron el carro sobre la carretera. Después de una inspección, encontraron a los migrantes –entre ellos dos menores– y advirtieron que habían sido secuestrados.
La ruta migratoria más peligrosa
La frontera de Estados Unidos y México fue la “ruta migratoria terrestre más peligrosa del mundo” en 2022, con 686 muertos o desparecidos, según un informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) publicado en septiembre.
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Las migraciones hacia Estados Unidos alcanzaron una cifra récord el año pasado. Según la patrulla fronteriza estadounidense, entre octubre de 2022 y septiembre de 2023 fueron registrados 2,4 millones de ingresos de migrantes por la frontera sur de Estados Unidos, un récord.
El miércoles pasado, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, realizó una visita a la Ciudad de México para sostener un encuentro con el presidente mexicano sobre la migración.
López Obrador escribió en X tras la reunión que “se lograron importantes acuerdos”, subrayando que “ahora más que nunca es indispensable la política de buena vecindad”, sin dar más detalles.
Con más de 3.000 km de frontera con Estados Unidos, México es un país de tránsito y de retención para migrantes extranjeros indocumentados que chocan con las políticas migratorias restrictivas de Estados Unidos.
Los migrantes extranjeros que cruzan México de sur a norte vienen principalmente de los tres países de América central azotados por la violencia o la pobreza (Honduras, Guatemala, El Salvador), del Caribe (Haití, Cuba) o de Venezuela.
Miles de ellos quedan varados en la frontera con Estados Unidos, en ciudades como Tijuana, Ciudad Juárez o Matamoros.
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Unos 40 migrantes, venezolanos en su mayoría, murieron en un incendio que se desató en un centro de detención del Instituto Nacional de Migración (INM) en Ciudad Juárez en marzo pasado.
Los migrantes que atraviesan México también son víctimas de accidentes viales, lo que ocurrió en diciembre de 2021 en Chiapas, donde 55 de ellos murieron al estrellarse el tráiler en el que viajaban hacinados.
Asimismo, sufren la violencia de los “coyotes” (traficantes de personas) y de las propias autoridades. En agosto de 2010, 72 migrantes de distintos países fueron masacrados por el extinto cártel de Los Zeta en San Fernando (estado de Tamaulipas); otros 17 centroamericanos fueron baleados y calcinados en Camargo, del mismo estado, el 21 de enero de 2021, en un hecho por el fueron declarados culpables 12 policías.
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