Un multitudinario dispositivo de búsqueda trabaja desde hace una semana en el sur de Chile para encontrar a Tomás Bravo, un niño de tres años que desapareció el pasado miércoles cuando salió a pastorear junto a su tío abuelo.
Ambos fueron a buscar el ganado en el sector rural de Caripilun, a unos 600 kilómetros al sur de Santiago, en la región del Biobío. El abuelo asegura haber perdido de vista a Tomás sólo por unos minutos para ir en busca de unos animales que se le escaparon pero desde ese momento tratan de dar con el paradero del niño.
Una semana después son más de 400 personas, entre brigadistas, bomberos, policías y voluntarios, las que trabajan peinando una amplia zona en busca del pequeño de tres años, al que todavía confían encontrar con vida.
El lugar es una zona boscosa con ríos y montañas, por lo que se ha necesitado maquinaria pesada para poder limpiar la maleza a medida que avanza la batida.
Estefanía Gutiérrez, madre del menor, declaró a la prensa que ella cree que su hijo está vivo y lo tiene alguien. "Quizás alguien lo pilló en el camino, lo vio desorientado y se lo llevó. Después vio todo esto y le dio miedo entregarlo. Por favor les pido que me devuelvan a mi bebito", dijo, según informa la prensa local, que lleva días siguiendo este caso minuto a minuto.
El trabajo se hace a pie y por aire gracias a un avión de la Fuerza Aérea de Chile (FACh) que realiza fotografías actualizadas del área, explicó el intendente (gobernador) regional, Patricio Kuhn.
"La idea es poder recorrer esos sectores con más detenimiento o con alguna otra metodología, ya sea con perros, con drones o con alguna combinación para poder descartar que ese lugar pudiera ser de interés o pudiera haber algo allí", afirmó.