Hace falta más canalización
Fruto de solicitudes constantes, la comunidad al fin recibió el servicio de agua desde enero de este año. Luego tuvieron que presionar en la empresa de acueducto para ser dotados de alcantarillado, porque los fondos ya se habían agotado.
Lo único que recibe las aguas de lluvia es un canal natural de dos kilómetros, del que solo se construyeron 700 metros. Por eso, cuando llueve, el agua rebosa el canal y se filtra en el suelo, causando grietas en un número considerable de viviendas aledañas que, hasta la fecha, a pesar de los desplomes de terreno, siguen sin ser catalogadas como zonas de riesgo. Les habían prometido una visita desde el despacho correspondiente, pero nunca sucedió.
“Nos hemos pronunciado por lo que pasa, pero los entes se echan responsabilidades entre ellos y no nos solucionan”, dijo el líder comunal.
Jairo Durán es uno de los residentes afectados. Desde hace cuatro años vive en Belén de Umbría, donde se encuentra su puesto de trabajo, pero, conforme pasan los días, se siente más preocupado por la crecida del agua en cada lluvia.
“Suele pasar del metro y medio, a veces a más de dos. El agua sucia se sale y entra a nuestras casas. Acá ya se está erosionando todo, el porche de la vecina se ha caído casi por completo, solo queda un pedazo. Le pedimos al señor alcalde que por favor nos colabore, porque los olores y esta situación cada vez es más preocupante”, puntualizó Durán.