Los candentes debates sobre el manejo de los servicios públicos de acueducto y alcantarillado han tomado ribetes de corte dramático con las intimidaciones proferidas en contra de los miembros del Comité Cívico de Ocaña.
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Los concejales archivaron el proyecto de acuerdo por falta de garantías y la polémica está al rojo vivo por las opiniones en pro y en contra de la licitación pública para cumplir con un fallo judicial del Tribunal Administrativo de Norte de Santander.
El abogado ocañero Silvano Calvo Calvo, coordinador del Comité Cívico por la defensa del agua abandonó la ciudad debido a las constantes amenazas contra su vida, por lo que espera que las autoridades investiguen a los responsables de esos mecanismos de presión.
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El excandidato a la Alcaldía de Ocaña, debido a las intimidaciones cuenta con un escolta de la Unidad Nacional de Protección, pero no tiene vehículo. Lamenta la manera como se ensañan en contra de los líderes sociales en Colombia.
Cronología de la persecución
El profesional del derecho se ha caracterizado por denunciar algunas irregularidades cometidas por los gobernantes de turno y está en contra de la licitación de los servicios públicos de Ocaña.
En los últimos años ha tenido una activa participación en la defensa de los intereses ciudadanos.
Calvo aseguró que las intimidaciones vía mensajes de texto, llamadas telefónicas y panfletos se han intensificado en los últimos meses, desde cuando lideran la campaña por la defensa del acueducto.
El primer campanazo de alerta fue un intento de asalto a su oficina ubicada cerca a la Plazoleta de San Francisco donde forzaron las cerraduras, pero no alcanzaron a extraer documentos valiosos. Posteriormente cuando estaban reunidos los miembros del Comité, Calvo recibió un mensaje donde indicaban que ‘si seguían de sapos se mueren’.
“Es una coincidencia que cuando analizando una situación o estoy interviniendo en cualquier medio se intensifican las intimidaciones a través de perfiles falsos. Consideramos que es una persecución, nosotros tomamos medidas de autoprotección, pero se requiere una investigación para que nadie salga lesionado”, agregó.
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En otra ocasión le aconsejaron que no se convirtiera en otro Jorge Solano, un líder social inmolado en noviembre de 2020. “No queremos que se repita la historia, los veedores ciudadanos juegan un papel fundamental en la vigilancia, entonces que los violentos no interfieran en esa misión altruista”.
El último panfleto
El más reciente caso ocurrió el viernes de la semana pasada cuando salía de un encuentro y una de las personas que cuidaba el vehículo lo alertó sobre la manera como llegaron algunos extraños y encima del capó dejaron un sobre de manila.
Tomando las precauciones se abrió y encontraron un letrero donde se leía que ‘los sapos se mueren”. Luego de hacer las consultas con familiares y amigos, decidió alejarse de la ciudad, mientras avanzan las investigaciones por parte de las autoridades.
Espera que observen las cámaras de seguridad y se haga el seguimiento sobre esas intimidaciones. “A los violentos pido que reflexionen, entiendan la labor de los veedores ciudadanos, nosotros propendemos para que las cosas se hagan bien”, recalcó.
La situación ya está en manos de la Defensoría Regional del Pueblo que tiene activas las alertas tempranas e incluso de organismos internacionales de Derechos Humanos.
Insta a desistir de esas presiones ante un debate sano para definir la suerte de los servicios públicos de Ocaña.
El alcalde de Ocaña, Samir Casadiego Sanjuán rechaza esas intimidaciones y solicita la protección de la integridad del ciudadano.
“Yo dialogué con él en mi despacho sobre la situación y lo peligroso es que quieren pescar en río revuelto. Estamos atentos a esa situación, apoyo absoluto para solventar la situación”, dijo el mandatario, quien también ha sido objeto de intimidaciones conjuntamente con los concejales a través de un panfleto.
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Ante esa situación las autoridades se encuentran en máxima alerta y hacen seguimiento a la situación para brindar seguridad a las personas que intervienen en esos debates.
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