La ola invernal de los últimos días no da tregua y afecta los techos del emblemático centro administrativo de la alcaldía de Ocaña.

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El inminente desplome de los techos del ala occidental del palacio municipal puso a correr al primer mandatario local, Samir Casadiego Sanjuán, quien ordenó la reubicación de algunas dependencias y echó mano a los recursos para atender la emergencia.
 
La oficina de Gestión del Riesgo y Atención de Desastres coordina con la secretaría de Vías, Infraestructura y Vivienda la restauración de la vieja casona de más de cien años de historia.
 
La filtración de agua afecta la cubierta donde funciona el despacho de Control Interno de Gestión, La Tesorería e incluso la entrada al recinto del Concejo municipal donde se hace una inversión de 180 millones de pesos, explica el alcalde.
 
En esos lugares reposan documentos y aparatos de cómputos de gran valor para el funcionamiento de la administración local. “No somos ajenos a los efectos de la temporada invernal y con recursos propios atendemos la emergencia presentada en el interior del palacio municipal. Se han adoptado todos los protocolos de seguridad para garantizar la normalidad sin poner en riesgo la vida de los empleados y usuarios”, recalcó.
 
Durante el fin de semana con puente festivo se avanzó con los trabajos para evitar traumatismo en la prestación de los servicios en esas dependencias que fueron trasladadas hacia la Unidad Nacional de Víctimas, mientras se supera el imprevisto.
 

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Expertos en la materia adelantan estudios para contener el deterioro progresivo de la infraestructura con más cien años de existencia.

 Urgente intervención 

El secretario de Vías, Infraestructura y Vivienda, ingeniero Yorbi Franco Téllez asegura que en busca de la mejora continua y la atención de calidad a los usuarios se adelantan las obras para la recuperación de la cubierta del palacio municipal.
 
“El objetivo es brindar la seguridad necesaria a los empleados y visitantes, debido al riesgo inminente de colapso de los techos de algunas oficinas.  Se genera confianza y obviamente la buena habitabilidad en cada uno de las dependencias de alcaldía para llegar de forma constante a los usuarios y ofrecer un buen servicio a la comunidad”, recalcó.
 
Desde la secretaría general se coordina el traslado de las distintas oficinas de Control interno y Tesorería hacia el edificio donde funciona la Unidad Regional de Víctimas, sin paralizar labores, agregó.
 
Debido a esos momentos apremiantes, el pasado viernes no hubo jornada laboral para adelantar las adecuaciones pertinentes durante el puente festivo y ejecutar las obras de mayor complejidad. Previamente los funcionarios laboraron en horarios extendidos para facilitar las maniobras de los maestros de obras.

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Esperamos entregar esas oficinas en óptimas condiciones en el menor tiempo posible sin generar traumatismo, indica el ingeniero quien recalca que las cubiertas se han visto afectadas debido a su antigüedad y a las fuertes lluvias registradas en la ciudad en los últimos días.
 

La legendaria casona 

Documentos históricos señalan que la construcción data de la época Republicana, donde funcionó allí el mercado público y con el tiempo establecimientos comerciales. 
 
Posteriormente se convirtió en un hotel y en el año de 1950 fue adquirido por el alcalde de la época para la adecuación de las dependencias.
 
En su interior se levantan los bustos en mármol de Carrara del insigne poeta José Eusebio Caro y del médico filántropo Margario Quintero Jácome, indica en la Guía turística el presidente de la Academia de Historia, Luis Eduardo Páez García.
 
Esa entidad oficial está conformada por varias dependencias e institutos descentralizados que tienen como principal objetivo cumplir variadas funciones enfocadas al beneficio de la comunidad, brindando servicios de manera oportuna, eficaz, con calidad y honestidad para el mejoramiento de la región y el bienestar de los habitantes.
 
La vigía del patrimonio cultural, Martha Pacheco García, recuerda que en esa casona nació, vivió y murió el ilustre médico Margario Quintero quien dejó huella por su carácter social y humanitario.  “Tenía un espíritu altruista, ayudaba a todo el mundo. Por eso se le rinde homenaje en el segundo patio del palacio municipal”, precisó.
 

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La promotora cultural indica que en esa antigua casona se hacían los grandes bailes en Ocaña con las orquestas de Pacho Galán y Lucho Bermúdez, la cual se debe restaurar sin alterar el estilo Republicano.
 

Una manito para el Complejo histórico 
  
 
Si en la alcaldía de Ocaña llueve, en el Complejo histórico de San Francisco no escampa y la estructura se cae a pedazos ante la desidia de los gobernantes de turno.
  
Los promotores culturales están cansados de enviar oficios a nivel nacional donde exponen las condiciones lamentables de la vieja casona y el templo donde se desarrolló la Gran Convención de Ocaña en el año de 1828.
 
El alcalde, Samir Casadiego, insiste en la imperiosa necesidad de la intervención para la conservación de ese patrimonio cultural.

“Nosotros seguimos esperando la participación activa del gobierno nacional, entendiendo que es un monumento histórico para el país donde se necesita una gran inversión que supera los 5 mil millones de pesos”, precisó el mandatario.
 
“Tenemos toda la red hidrosanitaria en mal estado por eso es que se nos inunda. El deterioro de más de 20 años sin una intervención oportuna y mantenimiento a todas las instalaciones del complejo histórico, se requiere de una inversión muy fuerte, seguimos apostando a la gestión, pues no tenemos recursos propios para atender las necesidades que tiene ese sitio”, agregó.

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Allí funciona la biblioteca pública Luis Eduardo Páez Courvel, museo de la Gran Convención, Archivo histórico de Ocaña, Corporación Desfile de los Genitores, Academia de Historia, la secretaría de Educación, Cultura y Turismo de Ocaña.

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